Diario de León

Putin extiende la partida al continente

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El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, señaló este viernes que Europa debe «armarse moralmente», «protegerse económicamente» y «preparase para lo peor» tras la agresión de Rusia a Ucrania. «Ante esta situación, la más peligrosa a la que nos hayamos enfrentado en Europa desde el fin de la guerra fría, tenemos que armarnos moralmente, protegernos económicamente y prepararnos para lo peor, elevando constantemente el nivel de nuestra capacidad de disuasión y nuestro poder de represalia política y militar», escribe en una tribuna. El jefe de la diplomacia europea recordó que Europa ha debido afrontar conflictos y guerras tras la Segunda Guerra Mundial, como fue el caso tras la desintegración de la antigua Yugoslavia, pero considera que ningún conflicto en suelo europeo había tenido esta gravedad.

«Con un agresor súper armado, dotado de armas nucleares y determinado a destruir una nación a la que simplemente le niega el derecho a existir», señaló Borrell.

Ayer, la representante de la diplomacia rusa señaló que Moscú está al tanto de «los esfuerzos dirigidos de la Otan y algunos países miembros del bloque, ante todo Estados Unidos, dirigidos a incluir en la Alianza a Finlandia y también a Suecia».

En particular celebró «la política del Gobierno de Finlandia de no alineación militar como un importante factor para garantizar la seguridad en el norte de Europa y en todo el continente europeo», pero constató la «interacción práctica» entre Helsinki, Estocolmo y la Otan, que ha crecido últimamente. «Han celebrado maniobras de la Otan, estos países han ofrecido sus territorios a ejercicios del bloque en las cercanías de las fronteras rusas, en los que las fuerzas estadounidenses imitaban ataques con armas nucleares contra un llamado adversario equivalente», advirtió. Zajárova afirmó que tanto Finlandia como Suecia han confirmado el principio de indivisibilidad de la seguridad en su calidad de miembros de la Osce. «La elección de las vías para garantizar la defensa y seguridad nacional es un asunto interno y soberano de cada estado», indicó.

Las manifestaciones contra Vladimir Putin se han sucedido en la mayoría de las capitales europeas tras la entrada de las tropas rusas en Kiev. SEDAT SUNA

Las manifestaciones contra Vladimir Putin se han sucedido en la mayoría de las capitales europeas tras la entrada de las tropas rusas en Kiev. SEDAT SUNA

Putin no está loco, está enfermo

El segundo día de la guerra entre Rusia y Ucrania arranca con m ás ataques y el terror de los ciudadanos . De los que intentan huir desesperadamente y de los que se quedan, unos para luchar y otros simplemente para sobrevivir. «Es como despertar en una realidad totalmente nueva y descubres que el mundo no es tan seguro como tú lo imaginabas. Es difícil creer que nuestro vecino pueda venir, tomar nuestra tierra y decirnos lo que tenemos que hacer», lamenta entre sollozos Darya, 36 años. Ella es una de las miles de personas que han buscado refugio en las estaciones de metro, donde afloran sentimientos de odio hacia el presidente ruso. «Putin no está loco, está enfermo. Nosotros solo queremos vivir en paz», señalan algunos.

« Somos un país independiente. Somos ucranianos, no rusos. No queremos ser parte de Rusia ni de otro país. Es muy doloroso, no puedo creer que lo que está pasando es real», agrega Darya con lágrimas en los ojos». Otros han buscado otros lugares para permanecer seguros ante la invasión de Moscú. «La situación está muy mal», relata Anna, una joven que se encuentra refugiada con su familia y decenas de personas en un búnker «escuchando cómo explota todo. No sabemos quién va ganando, si rusos o ucranianos, pero la cosa está muy mal».

En Krasnohorivka, a 30 kilómetros del Donetsk ocupado, no hay luz ni agua debido a los bombardeos. «Todo esto es un desastre. La situación es difícil pero no nos vamos a ir», mantiene Lyudmyla Starokon. Andriy Taraman, de 47 años, vive en Oleksandro-Kalynovo, en la región de Donetsk, a unos 50 kilómetros del territorio ocupado. Sigue «sin creerme» que Putin reconociera la independencia del Donbass.

Temor por sus vidas «Todas las noches y todas las mañanas escuchamos disparos. Durante el bombardeo abrimos las ventanas para que no se rompieran. La tensión es terrible, pero no planeamos dejar nuestro hogar por ahora», expresa asustada Elena Umnova, de Novobakhmutovka, en Donetsk. «Aquí ha habido bombardeos todos los días», relata con resignación Svitlana Pechena, de 49 años, que vive en Zolotyi, en la región de Lugansk. «Mi esposo y yo hemos creado una casa familiar y criamos ocho niños de 6 a 19 años. Si su vida corre peligro tendrán que huir». «Los lugareños están conmocionados», expresa asimismo Larysa Hrytsenko. «Los que tengan la oportunidad, que se vayan», aconseja. «Temen por sus vidas».

Además de la física, la salud mental también es importante. Más aún con las secuelas que deja un conflicto bélico que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. Los psicólogos de Ucrania aún tienen mucho trabajo que hacer. «Hablamos con la gente por teléfono y también vamos a los asentamientos donde se producen los bombardeos», dice Olga Klimovska, coordinadora de salud mental y apoyo psicosocial de la Misión Humanitaria Snowdrop. «Las personas están muy preocupadas. Sienten miedo, ansiedad, tienen sueño perturbado... Es importante escucharles. No prometer que todo estará bien y que mañana terminará la guerra, sino explicar que es una reacción normal ante circunstancias anormales y enseñar a calmar la ansiedad».

Llamada a los militares

El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó este viernes a los militares a hacerse con el poder en Kiev ante el fracaso del primer intento de iniciar unas negociaciones entre las partes para poner fin a la guerra lanzada la víspera por Rusia en Ucrania.

«Propusimos a los ucranianos celebrar negociaciones en Minsk», la capital bielorrusa, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien afirmó que Kiev sugirió como lugar alternativo Varsovia tras lo que «tomó una pausa» y «rompió la comunicación».

El portavoz de la Presidencia rusa evitó no obstante revelar si Moscú había dado su visto bueno a la sede de la negociación propuesta por Kiev para abordar, en particular, un posible estatus de neutralidad de Ucrania con respecto a la Otan, a la que quiere ingresar para protegerse frente a Rusia. A la vez, subrayó que Minsk, que en el pasado ha acogido varias reuniones sobre el arreglo del conflicto en el este de Ucrania, ya estaba dispuesto a «crear todas las condiciones» para acoger las conversaciones que se celebrarían a nivel de «representantes de Ministerios de Defensa, de Exteriores y de Administración presidencial» por parte de Rusia.

Imagen de hombres rusos alistándose al ejército. MIKHAIL PALINCHAK

Imagen de hombres rusos alistándose al ejército. MIKHAIL PALINCHAK

Desde el Ministerio de Exteriores ruso señalaron, a su vez, que las posibles negociaciones con Kiev no significarían necesariamente el fin de la intervención militar, cuyo objetivo es la «desmilitarización» y «desnazificación» de Ucrania. «Hemos dicho que estamos preparados (para negociar). Pero las tareas que han sido marcadas antes del inicio de la operación especial militar no desaparecen y siguen actuales», dijo la portavoz de la cartera, María Zajárova.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, considera que en estas circunstancias es más fácil negociar con los militares ucranianos, a los que llamó a sublevarse.

Les propuso a «hacerse con el poder». «¡Tomen el poder en sus manos! Por lo visto con ustedes será más fácil llegar a un acuerdo que con esa banda de drogadictos y neonazis que se ha asentado en Kiev y tiene secuestrado a todo el pueblo ucraniano», declaró el jefe del Kremlin en una reunión con el Consejo de Seguridad de Rusia. El mandatario ruso llamó a los militares ucranianos a «no permitir a los neonazis y seguidores de (el colaboracionista ucraniano Stepán) Bandera que utilicen a vuestros hijos, vuestras mujeres y ancianos como escudos humanos».

El jueves por la noche el presidente ucraniano, Volodímir Zelesnki, denunció que el propósito del ataque contra Ucrania es sacarle del poder. «Según nuestra información, soy el objetivo número uno del enemigo. Mi familia el segundo. Quieren destruir Ucrania políticamente al destruir al jefe de Estado», afirmó. Zelenski habló ayer con Joe Biden.

Aunque la Casa Blanca no reveló el contenido de la conversación, Zelenski dijo en Twitter que había hablado con Biden sobre el «fortalecimiento de las sanciones», «asistencia de defensa concreta» y «una coalición contra la guerra» Las tropas rusas, mientras tanto, continuaron este viernes el avance sobre la capital ucraniana y bloquearon Kiev desde el oeste. En horas podrían conquistarla...

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