Diario de León

Putin cumple su amenaza y le corta el gas a Finlandia por pedir el ingreso en la Otan

Helsinki se prepara para una crisis migratoria instigada por Moscú, cambia su legislación de acogimiento y refuerza su frontera

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EFE

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La compañía energética finlandesa Gasum anunció ayer que el gigante gasístico ruso Gazprom le cortará el suministro de gas este sábado, tras negarse a realizar los pagos en rublos, como exige el grupo estatal ruso.

Putin advirtió al Gobierno de Helsinki de que la decisión de solicitar el ingreso en la Otan tendría «consecuencias políticas, económicas y militares». Ayer cumplió su amenaza.

«En la tarde del viernes 20 de mayo, Gazprom Export notificó a Gasum que el suministro de gas natural a Finlandia acordado por contrato se interrumpirá el sábado 21 de mayo a las 07:00 horas (04.00 GMT)», informó Gasum en un comunicado.

El consejero delegado de Gasum, Mika Wiljanen, calificó de «muy lamentable» la decisión de Gazprom de romper el contrato de suministro de gas, aunque aseguró que intentarán seguir abasteciendo a sus clientes.

«Nos hemos estado preparando cuidadosamente para esta situación y, siempre que no haya interrupciones en la red de transmisión de gas, podremos suministrar gas a todos nuestros clientes en los próximos meses», dijo Wiljanen.

La resistencia
Gasum, propiedad del Estado finlandés, se niega a pagar en rublos el gas como exige Putin

Según la compañía finlandesa, el mayor distribuidor de gas natural licuado (GNL) de los países nórdicos a partir del sábado y a lo largo del verano suministrará a sus clientes gas natural procedente de otros proveedores a través del gasoducto Baltic Connector. Asimismo, indicó que su red de estaciones de servicio de gas continuará operando con normalidad.

Gasum advirtió el pasado martes de que se negaba a pagar en rublos el gas que compra a Gazprom, como exige este a sus clientes europeos, y anunció que llevará el caso ante el arbitraje internacional. En abril, Gazprom exigió a Gasum y otras energéticas europeas que empezasen a pagar el gas en rublos en lugar de euros, siguiendo órdenes del Kremlin para sortear parte de las sanciones financieras impuestas por la UE como respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

Ayer mismo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró en rueda de prensa que Rusia no suministrará gratis el gas a Finlandia, ante la negativa de la compañía a pagar en rublos.

Gasum, propiedad del Estado finlandés, es también el mayor proveedor de biogás de los países nórdicos y tiene operaciones en Finlandia, Suecia, Noruega y Alemania.

Finlandia importó en 2021 cerca de 2.200 millones de metros cúbicos de gas natural, el 92 % de Rusia, aunque este combustible supone apenas el 5 % de toda la energía que consume el país nórdico.

Y mientras la Otan tramita la solicitud de ingreso de Finlandia y Suecia en la Alianza, las autoridades finlandesas se preparan para afrontar una eventual crisis migratoria instigada por Rusia, similar a la que tuvo lugar en la frontera entre Polonia y Bielorrusia a finales de 2021.

Moscú ha advertido reiteradamente a Finlandia que su ingreso en la Alianza Atlántica tendría graves consecuencias, por lo que el Gobierno finlandés, que el miércoles entregó oficialmente esa solicitud, teme que el Kremlin pueda recurrir al uso masivo de refugiados para colapsar su sistema de acogida. Por ello, el Ejecutivo finlandés está preparando con carácter de urgencia reformas legales que le permitan hacer frente a una eventual crisis migratoria.

El jueves, el Ministerio de Interior remitió un proyecto de enmienda a la Ley de la Guardia Fronteriza, cuyo objetivo es combatir las «actividades de influencia híbrida» por parte de Moscú, entre ellas el posible envío de miles de solicitantes de asilo a la frontera común, según un comunicado oficial.

Entre otras modificaciones, la enmienda incluye la posibilidad de prohibir temporalmente el derecho a permanecer y circular en áreas próximas a la frontera en circunstancias excepcionales, por ejemplo en caso de afluencia masiva de inmigrantes. La recepción de solicitudes de asilo podría centralizarse en algunos puntos concretos de la frontera entre Finlandia y Rusia, lo que supondría el cierre del resto de los cruces fronterizos a los refugiados. También se incluye una disposición legal para permitir la construcción de vallas y otro tipo de barreras en la frontera para aumentar la seguridad fronteriza, aunque el Gobierno aún no tomado ninguna decisión al respecto.

Dada la gran extensión de la frontera entre Finlandia y Rusia (1.340 kilómetros), en la práctica sólo se reforzarían las zonas próximas a los pasos fronterizos más utilizados y otras áreas consideradas vulnerables.

«Mediante una legislación clara y los poderes suficientes para que las autoridades actúen de forma preventiva y eficaz en caso de perturbaciones, podemos prepararnos para un ataque híbrido que instrumentalice la inmigración», señaló el Ministerio de Interior.

Aunque de momento no hay indicios de que Rusia esté planeando una respuesta militar al ingreso de Finlandia en la Otan, sí se han visto ya las primeras represalias comerciales.

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