Diario de León

Rusia niega a EE UU que tenga intención de «atacar» a Ucrania

«Un país no puede cambiar la frontera de otro por la fuerza», advierte Wendy Sherman

Wendy Sherman y Sergei Ryabkov, ayer en Ginebra. DENIS BALIBOUSE

Wendy Sherman y Sergei Ryabkov, ayer en Ginebra. DENIS BALIBOUSE

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EFE

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Rusia aseguró ayer a Estados Unidos, durante la primera ronda de negociaciones de seguridad en Ginebra, que no tiene intención de atacar a Ucrania, al tiempo que consideró que sería un «gran error» si la Otan se niega a conceder garantías de seguridad a Moscú. «No tenemos ningún plan, ninguna intención de atacar a Ucrania, y no puede haberlos», aseguró Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso y negociador jefe, en rueda de prensa en la misión permanente de su país ante la ONU.

Riabkov subrayó que también insistió a su colega estadounidense, la subsecretaria de Estado de EE UU, Wendy Sherman, en que tampoco hay motivos para temer una posible escalada en relación a Ucrania, quien denunció junto a Washington planes de una invasión rusa para principios de 2022. «Todas las operaciones para la preparación militar de las tropas se efectúan en los márgenes de nuestro territorio, por lo que no hay motivo para temer un escenario de escalada», señaló. Al mismo tiempo, insistió en que Rusia necesita garantías «escritas en piedra» de que Ucrania y Georgia nunca se convertirán en miembros de la Otan.

Con respecto a la posibilidad de que esa ampliación se produzca durante la cumbre aliada de junio próximo en Madrid, admitió que en las negociaciones de ayer no hubo avances.

El diplomático argumentó en Ginebra que las garantías de seguridad sobre la no ampliación de la Otan son un «imperativo absoluto» para Rusia, al igual que ocurre con el despliegue de armamento ofensivo que amanece territorio ruso. Además, la Alianza Atlántica debe renunciar a la «asimilación» del territorio de los países que ingresaron en el bloque desde 1997, es decir Europa oriental y las tres repúblicas bálticas. Llamó a EE UU a «la máxima responsabilidad», ya que «no se pueden minusvalorar los riesgos relacionados con un posible agravamiento de la confrontación».

Con respecto a una posible segunda ronda de negociaciones con EE UU, el viceministro ruso aseguró que Moscú tomará una decisión después de las consultas con la Otan el 12 de enero en Bruselas y la reunión que se celebrará al día siguiente en Viena en el marco de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). «De todas formas, esto no debe alargarse. No puede transformarse en un proceso que lleve meses o años», señaló.

La visión de EE UU

Por su parte, la subsecretaria de Estado de EE UU, Wendy Sherman, advirtió a Rusia de que no puede prohibir a otros países tejer alianzas, pese a los deseos de Moscú de que la Otan no se expanda hacia el este o que Washington deje de dar apoyo en materia de seguridad a Ucrania.

«Un país no puede cambiar la frontera de otro por la fuerza, dictar los términos de terceros países o prohibirles tener alianzas», advirtió Sherman en rueda de prensa, tras nueve horas de reuniones. La «número dos» de la diplomacia norteamericana señaló no obstante que en las reuniones hubo un diálogo abierto sobre la posibilidad de reducir recíprocamente las maniobras militares en zonas de Europa «fronterizas» entre la Otan y el área de influencia de Rusia.

También se discutió la solicitud rusa de reducción de armamento nuclear y no nuclear en suelo europeo, aunque en este sentido Sherman afirmó que se necesitan «debates más profundos sobre la cuestión». «La negociación en un asunto tan complejo como el del control de armamento no puede concluirse en cuestión de días, ni siquiera de semanas», indicó en referencia a la propuesta rusa de un tratado que incluya compromisos mutuos de no emplazamiento de más misiles de corto y medio alcance en suelo europeo. Sherman reiteró que «Rusia debe tomar pasos concretos hacia la desescalada de tensiones», después de haberlas aumentado en los últimos meses con su despliegue de tropas en la frontera con Ucrania.

«Rusia invadió Ucrania en 2014, alimenta una guerra civil en la parte oriental de ese país, y sus acciones actuales han creado una nueva crisis para toda Europa», aseguró la subsecretaria de Estado.

Una desescalada por parte de Rusia «podría traer avances, pero en caso contrario podría ser una señal de que nunca buscó realmente una salida diplomática», afirmó en sus declaraciones a los periodistas.

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