Salvini pide el voto «para firmar la carta de despido» al Gobierno italiano

Matteo Salvini lleva esperando que lleguen las elecciones regionales de Emilia-Romaña del próximo domingo prácticamente desde el pasado verano, cuando cometió el mayor error político de su carrera al fulminar la alianza gubernativa que el Movimiento 5 Estrellas (M5E) mantenía con su partido, la Liga, con la esperanza de forzar la convocatoria de elecciones anticipadas. El tiro le salió por la culata cuando el M5E alcanzó un pacto con el Partido Democrático (PD, centro izquierda) para dar vida a un nuevo Gobierno y dejar así en la oposición a Salvini.

Los comicios en Emilia-Romaña, considerada la patria espiritual de la izquierda italiana, brindan a la Liga la oportunidad de robarle al PD su más valioso feudo, provocando así un terremoto político que sacudiría la alianza que esa formación mantiene en el Ejecutivo de Roma con el M5E. Para intentar que Salvini fracase en ese objetivo ha nacido en Emilia-Romaña el movimiento ciudadano de las Sardinas, sin adscripción a ningún partido y que rechaza el ideario de la Liga. Las Sardinas han congregado ya a decenas de miles de manifestantes en concentraciones por todo el país y esperan convocar hoy a unas 30.000 personas en Bolonia.