Diario de León

Los socios bávaros de Merkel piden voz y voto en la pugna por la sucesión

El líder de la CSU Söder anticipa que «el candidato o candidata solo puede acordarse por consenso»

El líder de la CSU Markus Söder, en la sede del partido en Munich.

El líder de la CSU Markus Söder, en la sede del partido en Munich.

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La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) dejó claro ayer que no cederá al partido de la canciller alemana, Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), la decisión de quién luchará por la Cancillería en 2021 y recordó que la candidatura del bloque conservador se pacta entre las dos formaciones hermanas.

«El candidato o candidata solo puede acordarse por consenso entre la Unión. Sin nosotros no va a funcionar», afirmó el líder de la CSU y primer ministro de Baviera (sur de Alemania), Markus Söder, antes de entrar en la reunión de la ejecutiva de su partido.

La sesión tenía lugar una semana después de la renuncia de la líder de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, a luchar por su designación como aspirante del bloque a las elecciones generales previstas para 2021.

También anunció entonces que dejará la jefatura del partido, a la que llegó en 2018, en cuanto sea elegida una nueva presidencia.

La hoja de ruta de AKK, como se denomina a Kramp-Karrenbauer, fue encajada por sus socios bávaros como una afrenta.

La aún líder de la CDU pretendía definir la candidatura a la Cancillería en los próximos meses y hacer que el elegido fuera ratificado luego presidente del partido en su congreso federal de diciembre. Es decir, dando por sentado que el puesto correspondería a su formación.

Todo apunta a que AKK, que nunca llegó a consolidar su liderazgo, no logrará tampoco imponer ese calendario. Su renuncia siguió a la tormenta desatada por la elección de un liberal como líder regional en Turingia (este del país) con los votos de su partido y de la ultraderecha.

Con ello se rompió la regla -respaldada por dos congresos federales de la CDU- de que no puede haber colaboración, directa o indirecta, con Alternativa para Alemania (AfD). Mientras AKK se demoraba en su reacción, Merkel calificaba de «imperdonable» lo ocurrido e instaba a revertirlo.

AKK quedó en evidencia. Ahora se ciernen sobre ella las dudas de si sabrá encarrilar la sucesión.

El propio Söder apremió ya la semana pasada a una solución «rápida» a la presidencia de la CDU y, al término de la reunión de ayer en Baviera, reclamó una sesión entre las ejecutivas de las dos formaciones para abordar la situación.

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