Diario de León

Suicidios y asesinatos: el misterio crece en torno al ‘caso Epstein’

Las acusaciones sexuales y financieras contra el magnate fallecido vuelven a cobrar peso tras el asesinato del hijo de la juez que investiga sus transacciones en el Deutsche Bank

Cartel del Estado contra Maxwell, detenida la semana pasada. JASON SZENES

Cartel del Estado contra Maxwell, detenida la semana pasada. JASON SZENES

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Hace dos décadas, nadie imaginaba que el multimillonario neoyorquino Jeffrey Epstein, que se codeaba con gente muy poderosa de Estados Unidos, tuviese toda una telaraña de contactos para atrapar a menores de edad y abusar sexualmente de ellas. Era un hombre calculador, reservado, poderoso y muy rico. Y todo eso lo utilizaba para conseguir sus objetivos. Pero sus secretos no quedarían ocultos para siempre. En 2003, una investigación liderada por la policía local de Palm Beach, en Florida, desveló que tenía una red de chicas jóvenes con el objetivo de reclutar menores, incluso a niñas de 14 años, para que le hiciesen masajes a cambio de dinero. Al parecer, una por una, iban a su mansión con la expectativa de obtener unos cuantos dólares, pero se sorprendían cuando Epstein, de 50 años en ese entonces, les pedía que se quitasen la ropa mientras él estaba desnudo en la camilla de masajes, y luego abusaba sexualmente de ellas. Después de varios meses de investigaciones la Policía obtuvo el permiso para interceptar su lujosa casa, pero no encontraron nada revelador. Los agentes contaban con los testimonios de varias víctimas y no parecía suficiente. En julio de 2006, el neoyorkino sólo fue acusado por incitación a la prostitución. Lo arrestaron y horas después, tras pagar una fianza, quedó en libertad, según el New York Times. Al jefe de Policía, Michael Reuter, que lideraba la investigación, los cargos le parecieron insuficientes, por lo que acudió al FBI para que tomase cartas en el asunto. Cuando el caso pasó a la Fiscalía del Estado, ya en 2008, las cosas se resolvieron con un «controvertido acuerdo» de forma privada entre el magnate con la justicia, con el que acordaron 13 meses de cárcel, aunque él podía salir durante el día. Pese a contar con una «vasta red» de decenas de menores a las que usaba para obtener servicios sexuales, Epstein no contó con cargos penales mayores.

Sus conexiones

Algunas de las víctimas que declararon inicialmente, que eran alrededor de 40, y sus abogados no concibieron que Epstein hubiera eludido aquellos delitos, así que continuaron en su lucha legal. En noviembre de 2018, un artículo publicado por el Miami Herald desenterró el caso, así que la Fiscalía continuó la investigación y el 6 de julio de 2019 el magnate fue arrestado por tráfico sexual de menores y conspiración. El financiero se codeaba con personalidades de la política, la academia, la ciencia y los negocios. Así como el actual presidente Donald Trump, Bill Clinton, el príncipe Andrés y el magnate Leslie H. Wexner, dueño de la marca de ropa de mujer ‘Victoria Secret’. Al parecer Trump y él eran muy cercanos, porque en 2002 el líder republicano le declaró al New York Times que conocía a Epstein desde hacía quince años. Nunca pensó que podría arrepentirse de sus palabras años más tarde. «Es un tipo magnífico» y «una compañía muy divertida» dijo el presidente estadounidense. «Incluso se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas son más bien jóvenes». Días después de su encierro, Epstein supuestamente se suicidó el 10 de agosto de 2019 en una celda de la cárcel de Manhattan. Y ese fue el inicio de muchas incógnitas más, y sobre todo de especulaciones por sus conexiones con gente poderosa. Según el New York Times el magnate estuvo bajo vigilancia por «riesgo de suicidio» hasta el 29 de julio. Luego dejaron de monitorizarlo. Incluso, el procurador general, William Barr, declaró a dicho medio que le «horrorizó enterarme que Jeffrey Epstein fue encontrado muerto por un aparente suicidio cuando estaba en custodia federal», dijo Barr. «Su muerte plantea serias preguntas que deben ser respondidas», añadió.

Otro suicidio

Ahora, el misterio en torno al multimillonario y aparente depredador sexual ha vuelto a redoblarse después de que la semana pasada asesinaran al hijo de la juez federal, de origen hispano, Esther Salas, encargada de investigar las cuentas bancarias de Epstein en el Deutsche Bank. El jueves 16 de julio Salas fue asignada para liderar la demanda colectiva en contra del banco, entre otras cosas, por no supervisar las transacciones del magnate. El lunes pasado se encontró el cuerpo del sospechoso de haber perpetrado el crimen, a dos horas del domicilio de la juez, tras haberse disparado a sí mismo. Como aparentemente Epstein, también decidió quitarse la vida.

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