Diario de León

Trump desata una guerra legal al echar al fiscal que le investiga

Biden gasta quince millones de dólares en anuncios en español para captar el voto hispano

Donald Trump en un acto con las fuerzas armadas de Estados Unidos. YURI GRIPAS

Donald Trump en un acto con las fuerzas armadas de Estados Unidos. YURI GRIPAS

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El Gobierno de Estados Unidos despidió ayer por la noche al fiscal federal en Manhattan, Geoffrey Berman, un poderoso funcionario que ha investigado al entorno del presidente, Donald Trump, pero él se resiste a abandonar su cargo y asegura que seguirá con sus pesquisas. La maniobra abre una crisis sin precedentes en la Fiscalía de los Estados Unidos.

El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, anunció en un comunicado que Berman renunciaba a su cargo y que el presidente nominaba en su lugar al actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en inglés), Jay Clayton, que no tiene experiencia previa como fiscal.

Berman, sin embargo, negó haber renunciado y denunció haberse enterado por el comunicado de que estaba siendo despedido.

«No he renunciado y no tengo intención de renunciar», afirmó el fiscal en otro comunicado.

Según The New York Times, ambos mantuvieron una reunión este viernes en Nueva York y Barr le despidió después de que Berman se negase a renunciar.

Berman, que es republicano, es el fiscal que lideró el caso en contra de Michael Cohen, un exabogado de Trump que colaboró con la Justicia y que fue condenado a cárcel por diversos delitos económicos.

Además de Cohen, Berman también ha investigado al exalcalde de Nueva York y ahora abogado de Trump, Rudy Giulliani, así como al entramado empresarial del mandatario y su campaña presidencial.

De acuerdo al Times, la Fiscalía de Manhattan (oficialmente del Distrito Sur de Nueva York), es quizás la más prestigiosa del país y tiene una tradición de independencia respecto a los gobiernos de uno y otro color.

El despido de Berman llega días después de las revelaciones que el exasesor de seguridad nacional John Bolton ha hecho en su libro sobre Trump, entre ellas su voluntad de intervenir en varias investigaciones a nivel federal. Una de ellas la lideraba Berman e implicaba a una empresa turca por violar las sanciones estadounidenses a Irán, una investigación que Trump prometió al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, «solucionar».

«Trump entonces le dijo a Erdogan que se encargaría de eso, explicando que los fiscales del Distrito Sur no eran su gente, sino la gente de (Barack) Obama, un problema que se solucionaría cuando fueran reemplazados por su gente», escribe Bolton.

LAS MANIOBRAS DEL RIVAL

Mientras, quedan menos ya de cinco meses para que Joe Biden, virtual candidato del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, se vea las caras con Donald Trump en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Sabedores ambos de que se encuentran en el último tramo de la carrera de fondo por la Casa Blanca, han sacado toda su artillería electoral para inclinar la balanza de votos. Mientras Trump retoma su campaña con un acto que prevé masivo en Tulsa (Oklahoma), su rival se ha puesto en plena acción con la inversión de 15 millones de dólares en anuncios bilingües y en español para captar nada menos que en seis estados clave el poderoso voto latino.

Biden tiene claro que contar con el apoyo de los hispanos puede ser decisivo para echar a Trump de la Casa Blanca. Por eso, ha querido llevar con especial interés su voz a Florida, Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Carolina del Norte y Arizona, los seis territorios clave en los que en 2016 ganó el presidente y candidato republicano a la reelección. De la estrategia del líder demócrata se encargó de informar este viernes sobre su campaña ‘Biden for President’, que además avanzó que los anuncios se difundirán, incluso a través del canal conservador Fox News.

Los mensajes que lanzará el que fuera vicepresidente de Barack Obama a través de publicidad impresa, internet, radio y televisión buscarán mostrarle como defensor de las familias de los trabajadores, al tiempo que aprovechará para cuestionar la gestión de la pandemia del coronavirus por parte de Trump.

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