Diario de León

La UE y EE UU abren camino a la paz comercial para una relación «fuerte»

El vínculo bilateral avanza en la primera cumbre en siete años con un presidente norteamericano

Biden a su llegada a Suiza donde fue recibido por el presidente del país antes de ir a Ginebra para el encuentro de hoy con Putin. DENIS BELAVOUSE

Biden a su llegada a Suiza donde fue recibido por el presidente del país antes de ir a Ginebra para el encuentro de hoy con Putin. DENIS BELAVOUSE

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Dos horas —lo que para los estándares de Bruselas es una ‘minicumbre’—. Pero fueron las primeras dos horas después de siete años sin un encuentro bilateral al más alto nivel en el Viejo Continente entre la Unión Europea y Estados Unidos. Joe Biden continuó ayer reparando daños. Los causados por su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump.

La cita destiló positivismo y se resolvió con varios pactos de buena voluntad, compromisos de colaboración y un destacado alto el fuego en el conflicto arancelario entre los gigantes aeronáuticos Airbus-Boeing, que superaba en el tiempo a varias Administraciones y que ni tan siquiera Barack Obama había conseguido resolver a gusto de los comunitarios.

Pero el que fuera su vicepresidente quiso dejar ese sello en la capital europea antes de despegar con destino a Ginebra, donde este miércoles celebra un encuentro histórico con Vladímir Putin. «Tengo una visión muy diferente de mi predecesor», afirmaba Biden, quien lleva seis meses conjurado el ‘giro político’ para desvanecer la sombra de Trump. Parado en la misma alfombra roja que pisan los líderes de los Veintisiete de la UE en cada cumbre maratoniana, junto a Ursula von der Leyen y a Charles Michel, todo era distensión. «América está de vuelta aunque quizás nunca nos fuimos del todo», añadía el estadounidense mientras la alemana le replicaba con un «los últimos cuatro años no han sido fáciles».

Se certifica ya que la UE renueva su asociación transatlántica. Y lo hace abriendo camino a la paz comercial (abriendo porque en ese flanco aún quedan asuntos pendientes) para apuntalar la nueva era poscovid. Un diálogo regular con Washington para evaluar los progresos. Y también muchas obligaciones compartidas. De todo tipo. La primera, poner fin a la pandemia para lo que se creará un grupo de trabajo de vacunas (no se profundizó en el debate sobre las patentes, sobre el que existe disparidad de opiniones) y «prepararnos para futuros desafíos de salud global e impulsar una recuperación mundial sostenible». La segunda: proteger el planeta y fomentar el crecimiento verde. Se acabó el negacionista en la Casa Oval. 2050 es el compromiso de todos para alcanzar la neutralidad climática. Pero también fortalecer el comercio, la inversión y la cooperación tecnológica; «construir un mundo más democrático, pacífico y seguro» y una defensa del orden internacional con Naciones Unidas en su centro y el trabajo mano a mano para revitalizar y reformar las instituciones multilaterales «cuando sea necesario y cooperando con aquellos que comparten estos objetivos».

Lo dicho, ‘fin al trumpismo’

«Hoy (por ayer) hemos abierto un nuevo y prometedor capítulo en nuestra historia conjunta, con una asociación transatlántica renovada y fuerte», destacó la presidenta de la Comisión Europea al término de la reunión. Ella y Michel solos cuando Biden ya había levantado el vuelo hacia Suiza y se diluía ya el denso despliegue de seguridad que ha atenazado a Bruselas los tres últimos días.

En la declaración de 36 puntos, que se lanzó a las 17.30 horas, se tocaban todos los asuntos pendientes imponiéndose el arranque ‘we resolve to work together’ (resolvemos trabajar juntos) contra la proliferación de armas de destrucción masiva, el diálogo sobre migración o movilidad o el Artico. Democracia, paz, derechos humanos, flujo de datos transfronterizos. La UE y Estados Unidos crearán también un Consejo de Comercio y Tecnología para ampliar los intercambios y las inversiones, evitar nuevos obstáculos técnicos injustificados y cooperar en áreas de alto potencial, especialmente digital.

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