Villaquilambre, natural y con mucha vida
Encanto, historia y cultura adornan este municipio a tiro de piedra de la capital que ofrece la posibilidad de ser descubierto al aire libre
La senda peatonal y carril-bici que conecta Villaobispo de las Regueras con Villanueva del Árbol representa un baño de plena naturaleza. RAMIRO
La tierra donde se alumbró la primera biblia mozárabe, que dio cobijo a romanos y eremitas, añade a su historia cultural y religiosa de 34 iglesias una amplia oferta de ocio, la posibilidad de descubrir el municipio al aire libre y, sobre todo, el placer de poder respirar aire puro a tiro de piedra de la capital. Una libertad que puede disfrutarse junto al Torío, esa serpiente de agua fresca que cruza Villaquilambre y aporta murmullos a la senda fluvial y al carril bici que enlaza Villaobispo con Villanueva del Árbol.
El municipio, pionero en abrir caminos a los ciclistas, ofrece 16 kilómetros de ciclovías, rutas verdes, una villa romana y hasta una ermita rupestre. Todo un patrimonio arqueológico, etnográfico, natural e histórico que han plasmado en un mapa interactivo al que se accede desde la propia web municipal. En él, de forma intuitiva, se localizan más de un centenar de puntos de interés, acompañados por una galería de 300 fotografías y desplegables con la información relevante de cada hito turístico. Parques, casas de cultura, las áreas de arte urbano, las iglesias los molinos y hasta el trazado de las presas que dan singularidad a un municipio que las ha incluido en su propio escudo se pueden rastrear en el mapa, porque en los 56 kilómetros cuadrados de Villaquilambre hay espacio para el medio ambiente, la cultura, las tradiciones y la gastronomía.
El carril-bici y La senda peatonal junto al río Torío constituyen uno de los grandes atractivos de este municipio
La vegetación de ribera, el praderío y decenas de árboles permiten cargarse de energía en contacto con la naturaleza. De hecho, la senda fluvial con carril bici junto al río es un desfile de robles, melojos, pinos, fresnos, brezos y trinos de pájaros.
Villaobispo posee la primera calle semipeatonal. FERNANDO OTERO
Una naturaleza accesible que combina con las pinceladas de historia de sus diez localidades. Una de ellas, Villanueva del Árbol, se levanta sobre las ruinas mozárabes de Villa Habibi (villa de amigo), fundada en el siglo X por orden de Ramiro II.
En Navatejera, la villa romana fue descubierta tras una inundación en 1885, protegida por Demetrio de los Ríos a finales del siglo XIX, declarada Monumento Nacional en 1931, catalogada como BIC y anexo del Museo de León desde 1992. O la famosa presa Blanca, en honor a la imagen del pórtico de la Catedral cuyas aguas originaron numerosos pleitos en la Edad Media. Villaquilambre también es escenario de leyendas de la mano de la cueva de San Martín. La ermita rupestre posee una curiosa nave, un arco de herradura y un ábside con bóveda semiesférica, y fue tallada hace quince siglos.