A 130 kilómetros de desbloquear la vía de la Plata

El primer paso con la Vía de la Plata es como enfrentar el vacío. Un grupo de trabajo por las estructuras ferroviarias en la región extremeña tiene un plan para quitar el miedo a recuperar la traza. Como hay que empezar por algún punto en concreto, este grupo extremeño por el foco del impulso en el tramo de Plasencia a Salamanca. «Estamos ante el momento en el que la sociedad del oeste reivindique la construcción de los 130 kilómetros entre la ciudad de Plasencia y Salamanca, porque a la vez se reabriría la comunicación ferroviaria entre el norte y el sur por la vía de la Plata», reflexiona el profesor de las Universidad de Extremadura José María Alonso, que promociona esta idea de dinamización desde los diversos foros en los que ha impulsado el grupo; también, tiene que ver con el dinamismo que ha adquirido el despliegue del tren en la región extremeña, que se ha convertido en referencia de cabecera para poner en el mapa de las comunicaciones a aquel territorio.

Esa sinergia coincide con la afluencia que puede aportar la reapertura del tramo entre la capital charra y la localidad del norte de Cáceres. Sería la primera piedra para devolver tránsito y posición al oeste, que comparte el olvido en casi toda la extensión de la periferia, y del que sólo se escapa en el tercio del sureste peninsular.

Los 130 kilómetros entre Salamanca y Plasencia serían, de acuerdo con la propuesta, el primer trecho para desahogar la nula actividad del oeste ibérico, también para poner el foco de interés en las autoridades europeas y españolas, que hasta la fecha han mostrado escaso o nulo interés por apostar por una inversión, capaz de devolver la vida a este pasillo oeste, abandono, pero necesario en una posición estratégica para descomprimir la presión en torno a Madrid. Esta es la hoja de ruta que defiende el grupo de trabajo de expertos extremeños; el objetivo, dar fluidez a un arteria que empezaría a compensar tráfico norte sur, con motivo de la próxima circulación del AVE por el triángulo Mérida, Cáceres, Plasencia. La apertura hacia Salamanca rompe un muro de contención que resultará vital para dejar pasar frecuencias que acompasan la actividad económica por un tramo por que hace casi cuarenta años sólo crece el abandono. A partir de esa pieza fundamental del puzzle, según reflexiona el profesor José María Alonso, se puede comenzar a creer que los trenes volverán algún día por la vía de la Plata.