Los 28 centros de salud poseen un botón antiagresión que sonó 13 veces en 6 años

Sala de espera del ambulatorio de José Aguado. La demora va poniendo cada vez más nervioso a un toxicómano. Cuando le toca el turno para entrar a la consulta, explota. Su médica de familia trata de calmarle, pero él saca un puñal, se descontrola. Por suerte, la facultativa dispone en su ordenador de un botón del pánico que aprieta y que sirve para alertar en el acto a sus compañeros. Entran en tromba, acompañados de los agentes de seguridad y evitan una posible agresión.

El incidente le ocurrió a la actual directora médica de Atención Primaria, Consuelo Onrubia, quien considera útil la herramienta. Un botón que se ha hecho ‘sonar’ en otras doce ocasiones en León en los últimos seis años, según los datos del Observatorio autonómico de Agresiones al personal de los centros sanitarios. «Normalmente solo lo aprietas cuando te sientes acorralado y ves que puede peligrar tu integridad física, pero es cierto que sufrimos bastantes agresiones verbales al apreciarse un cambio de cultura hacia nuestra profesión. Cuando no le das al paciente lo que cree que necesita o lo que quiere, como un antibiótico, te insulta», explica.

Médicos, enfermeros, auxiliares y celadores se enfrentan cada día a situaciones de riesgo de agresión por parte de los usuarios de los ambulatorios y de los hospitales. Por eso la consejería de Sanidad extenderá el botón de alarma de agresiones a todas las áreas y centros de especialidades. En León, se empezó a implantar hace una década y ya disponen de él los 28 centros de salud de AP.

En el último año, 31 trabajadores del sector sanitario fueron agredidos, aunque los incidentes descendieron un 48,2% en la provincia, al pasarse de los 56 ataques contabilizados en 2018 a 29. De ellos, 12 se produjeron en Atención Primaria y los otros 17 en Especializada. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, considera «muy grave» que se produzca una agresión sobre personas cuyo único objetivo es cuidar la salud, por ello continuará trabajando para disminuir y erradicar este tipo de conductas.

Destaca como instrumento el botón de alarma, que ve muy útil porque avisa a todo el mundo de forma visual y sonora y envía automáticamente un correo electrónico de aviso de la situación a los profesionales cercanos y a la propia gerencia. «Al activarlo, el ordenador de tus compañeros se bloquea y en la pantalla solo se ve el SOS para que acudan, por ejemplo, a la consulta número 2 donde se está produciendo el incidente», explica Onrubia.

La idea de la consejería para reducir la agresiones es extender el botón a todas las áreas y centros de especialidades, analizar los factores que influyen en estas conductas y hacer partícipe a la población, ya que la mayoría de las personas «tratan y cuidan» muy bien a los profesionales, pero se quiere contar con su ayuda. Así, se ha propuesto trabajar a través de los consejos de salud, en comunidad y tratar de mejorar, como se propuso desde el Observatorio.