El 80% de los trabajadores de la Junta acuden a votar

Los trabajadores de la Junta participaron ayer de forma masiva en las elecciones sindicales que renovarán todos los órganos de representación en la Administración autonómica, con la única excepción del personal docente, que ya votó hace un año. Casi el 80 por ciento de los funcionarios ejerció su derecho antes de las cinco de la tarde, cuando cerraron las mesas que se instalaron en la delegación territorial, la Gerencia de Servicios Sociales y la Dirección Provincial de Educación, donde estaban citados 3.441 empleados públicos de los 11.447 que aparecen en el censo.

El resto —8.036— son trabajadores del Sacyl, del área de León y del Bierzo. En este caso, podían votar hasta las once de la noche, por lo que los resultados no los harán públicos hasta hoy, aunque a media tarde de ayer ya había depositado su papeleta más del 75 por ciento del personal sanitario, según datos facilitados por los sindicatos. Diez candidaturas se disputaron 69 delegados.

Los otros 84 representantes quedaron repartidos ayer, tras los comicios. La de Uscal fue la lista más votada a la junta de personal en la Administración General. Tendrá seis asientos; Csif obtuvo cinco, mientras que la CGT y UGT consiguieron cuatro cada uno. Comisiones Obreras también estará presente, con dos representantes, los mismos que logró Stacyl. Igualmente quedaron resueltos los comités de empresa que no están dentro del Sacyl. En el de Sanidad y Familia, la candidatura del Csif fue la que más respaldo tuvo, seguida de UGT y Comisiones. En la del resto de consejerías, excepto Sanidad y Educación, el triunfo se lo llevó CC OO, por delante del Csif. No incluyeron en el recuento a los casi 8.000 profesionales del Sacyl, que eligieron otros 31 delegados en León y 25 en El Bierzo. Estos resultados se conocerán hoy, ya que el escrutinio terminó pasada la medianoche.

A partir de ahora, las agrupaciones sindicales con representación en estos órganos públicos tendrán cuatro años por delante para resolver las principales reclamaciones de un colectivo que, según han denunciado, se siente maltratado.

Entre los problemas comunes destaca la aplicación de las 35 horas semanales, que la Junta aplazó hasta que pasara este proceso electoral. Dijeron que no querían entorpecerlo, aunque desde los sindicatos lo ven como una maniobra de dilación para no ejecutar una promesa hecha ya hace tiempo.

También está pendiente la ampliación de la carrera profesional, que sí tienen desde 2010 los trabajadores del Sacyl, pero no los empleados del resto de consejerías. Tampoco los más de cuatro mil profesores. En la misma línea, todos los candidatos hicieron en campaña un diagnóstico parecido en cuanto a la precarización del trabajo, sobre todo después de perder hasta un 18% de poder adquisitivo, según las cuentas que hacen los líderes sindicales. Exigen al Gobierno que cumpla los acuerdos alcanzados en las mesas de negociación, sobre todo respecto a las plazas vacantes. Piden una reposición del cien por cien para evitar que la prestación de servicios empeore.

La promoción interna, los contratos en fraude de ley, el concurso de traslados, la formación o los planes de igualdad aparecerán también en la agenda del diálogo social de los próximos meses.

Si no hay un acercamiento entre las partes, los funcionarios ya han dejado claro que continuarán con las protestas en la puerta de la delegación de la Junta. No descartan tampoco acudir a los tribunales.