Diario de León

TRIBUNALES

El acusado de violar a un menor sabiendo que tenía VIH: "No soy ni pedófilo ni pederasta"

El menor tuvo que declarar en persona en la sala: "Había borrado todas las conversaciones de whatsapp con él pero dejé una en la que me preguntaba: '¿Hey, quieres rabo? y mi madre lo leyó"

El acusado llega a la sala procedente de Villahierro. MÁZ

El acusado llega a la sala procedente de Villahierro. MÁZ

León

Creado:

Actualizado:

El individuo que se enfrenta a una pena de 17 años de prisión, acusado de agresión sexual y corrupción de menores, como supuesto autor de una penetración anal sin preservativo a un menor, aún a sabiendas de que en aquel momento era portador del VIH, ha declarado esta mañana que es inocente de todas las acusaciones que pesan sobre él. "Me denuncia porque sus padres se han creído una sarta de mentiras ante un coma etílico de su hijo. Yo ni soy un pedófilo ni soy un pederasta". Se enfrenta a penas que suman 17 años de prisión por agresión sexual y corrupción de menores.

En un interrogatorio especialmente farragoso y tenso, el acusado se ha enrocado constantemente en mantener su tesis: "Las fotografías de la persona que me han enseñado no son las de la persona con las que contacté. No es la persona que estuvo en mi casa. No tenía foto en su avatar. No se parecen en nada", insistió hasta por cinco veces. "La persona que acudió a mi casa no parecía menor de edad", dijo, "No llevo mucha gente a mi casa", aseguró. "Alguna vez ha podido ir algún desconocido a mi casa". Señaló que se había dado cuenta perfectamente de que la víctima era menor "si lo hubiera sido, pero no era el caso".

El procesado, conoció en septiembre de 2020 al menor a través de una aplicación de contactos entre personas homosexuales denominada «Grindr», en la que el menor se había creado un perfil de una persona mayor de edad, iniciándose desde ese momento contactos en los que el procesado le animaba a mantener relaciones sexuales, enviándole fotos y vídeos de contenido sexual, a lo que el menor de edad en ocasiones le respondía también enviándole fotos suyas.

"Grindir es para mayores de 18 años pero no la uso con frecuencia. Hago 50.000 kilómetros al año y no puedo estar al volante y a la aplicación", aseguró. "Me ha costado un riñón crear un registro, no es fácil, lleva 40 minutos como mínimo", manifestó. "No tenía ningún enemigo", reconoció, con lo cual no puedo justificar por qué motivo podría haberse presentado una denuncia falsa contra él. "No son aplicaciones de aquí te pillo y aquí te mato, son para conocerse". No hubo ningún contacto sexual según él.

Según la fiscal, tras varias semanas, y ante la insistencia del procesado, quien llegó a ofrecerle 20 euros por mantener relaciones sexuales, aproximadamente a finales del mes de septiembre de 2020, el procesado, recogió en su casa al menor, trasladándose ambos en el vehículo del procesado al domicilio del mismo momento en el que se representó la verdadera edad de acusado, como consecuencia de su aspecto físico, pese a lo cual, y guiado por el ánimo de satisfacer ilícitamente su apetito sexual, le intimó, en el pasillo que precedía a la habitación a realizarle una felación, a lo que el menor accedió, para a continuación, de forma inmediatamente seguida, pasar a la habitación en donde el procesado penetró analmente al menor tras éste haberle masturbado. "Eso es totalmente falso, menos aún hacerlo a las puertas de los vecinos"

El acusado, en un momento del interrogatorio. MÁZ

El acusado, en un momento del interrogatorio. MÁZ

Negó haber mantenido relaciones sexuales sin utilizar ningún método profiláctico, pese a ser conocedor de ser portador del virus «VIH», circunstancia que no relató al menor, quien según la fiscal, pese a ello le dijo que lo usara, a lo que se negó el sospechoso, que dio pie a la posibilidad de que se contagiara su enfermedad. El muchacho no resultó infectado, pero tuvo que ser sometido a una pauta de profilaxis postexposición. "Nunca he mantenido relaciones sin condón para evitar recaer en enfermedades de otro tipo", dijo el procesado. Cuando ingresó en prisión, se le detectó sífilis. 

Con posterioridad a los hechos narrados, y durante más de un año, el procesado, guiado por el ánimo de menoscabar la indemnidad sexual del menor, y a sabiendas o con la posibilidad de haberse representado la edad del mismo, siguió contactando con él vía «whatsapp» y «sms», enviándole en ocasiones hasta cuatro o cinco mensajes diarios a fin de quedar con él para mantener relaciones sexuales, ofreciéndole en alguna de estas ocasiones dinero a cambio de practicar sexo.

"Yo no le insistí, él me decía que quería que fuera más cañero porque yo no tomaba la iniciativa", aseguró. "Nunca hablamos de dinero y siempre pensé que era mayor de edad".

La víctima declaró al mediodía. Protegido por un biombo señaló que no había contado nada a nadie antes: "Se enteró mi madre porque me estaba leyendo las conversaciones de whatsappp con este señor y fue a denunciarlo. Había borrado todas menos una que decía: '¿Hey quieres rabo?' Fue mi primera experiencia sexual. Tenía 14 años".

El joven mandó fotos reales al sospechoso en las que según la fiscal se apreciaba perfectamente que era menor.  "Ni me disfracé ni me dejé barba para confundirle. Vino a buscarme, fuimos a su casa en Trobajo del Camino". Describió el domicilio a la perfección y reseñó que en las conversaciones de la aplicación ya quedaba claro que le proponía sexo: "Incluso me ofreció quince o veinte euros". Luego relató con todo detalle como fue el episodio sexual. "Me forzó, me llamaba guarra y me dijo que me callara, mientras me golpeaba en las nalgas. No me daba placer, era molesto y me daba miedo".

tracking