El alza de precios marca otro récord en León

Gráfico ampliable

La inflación sigue disparada. Lo que parecía un asunto coyuntural en marzo de 2021, cuando arrancó la escalada de precios, es ya uno de los factores que más preocupa a las empresas y a los trabajadores, incapaces de ajustar los salarios, que crecen de media un punto y medio, a la subida interanual del IPC, que en noviembre rozó los siete puntos, de nuevo el dato más alto de los últimos 29 años. En lo que va de ejercicio, el sobrecoste es del 6,8% —del 6,9 en los últimos doce meses—, el segundo más pronunciado de España, solo por detrás de Huesca, que sumó una décima más.

Prácticamente todo es más caro ahora, aunque la factura de la luz es la que empuja a los precios a su máximo histórico. De hecho, el IPC actualizado, que ayer desveló el Instituto Nacional de Estadística, señala que la electricidad, el gas y otros combustibles subieron en noviembre un 45,6% respecto al mismo periodo de 2020, a pesar de que el mes pasado la tarifa se redujo un 2,3% en relación a octubre. Esa dependencia energética coloca a León como una de las provincias más afectadas por el alza de la inflación. Los precios en la provincia aumentan un punto y medio más que en el resto de España.

Además coincide con la campaña de Navidad y la época con mayor consumo de todo el año. Muchos productos ya se han visto afectados y ni siquiera en la anterior crisis, la de 2008, hubo un escenario tan negativo. Los alimentos, por ejemplo, han subido en los once primeros meses de 2021 un 4,2%, algo menos que las bebidas no alcohólicas (7%), la utilización de vehículos personales (16,5%), los servicios de alojamiento (10,8%), la ropa (4,5%) o el transporte (11,9%). De los doce grandes grupos analizados, solo bajan los precios de las comunicaciones, con un intrascendente -0,3% este curso, mientras que el resto crecen de manera preocupante.

El mismo escenario lo replica la comunidad, pero de una manera más contenida. Castilla y León anotó una inflación interanual del 6,2%, la segunda más alta en términos autonómicos, por detrás de Castilla-La Mancha (6,6%). Canarias, con el 4,6%, refleja la más baja.

En España la tendencia es parecida. El IPC alcanzó en noviembre el 5,5% en comparación con el año anterior, una décima por encima del registrado en octubre, con el encarecimiento de la alimentación como nota destacada frente al mes pasado. Los factores que siguen pesando más en la subida interanual son los capítulos de vivienda (donde se incluye el gasto en el recibo de la luz y el gas) y de transporte (que agrupa a los combustibles), con alzas del 16,8% y del 13,5%, respectivamente.

La comparación de los datos recogidos en noviembre de 2021 y los del mismo periodo de 2020 revela que los mayores aumentos de precios se registraron en combustibles líquidos (62 %), electricidad (46,7 %), hidrocarburos como el butano o el propano (33,6%), gasóleo (32,8 %), otros aceites (32,2%) y la gasolina (29,4 %), de acuerdo con el INE.

Por el contrario, la mayor bajada se dio en la categoría de peajes, aparcamientos y parquímetros, con una caída del precio de estos servicios del 22,5%, seguida por telefonía móvil (5,3 %) y otros soportes informáticos (3,4%). La tendencia alcista del IPC se atenuó respecto a meses anteriores, ya que comenzó en el 0,5% en enero, se mantuvo sin cambios en febrero y desde entonces se había disparado, pasando del 1,3% en marzo al 2,2% en abril; al 2,7% en mayo; al 2,7% en junio; al 2,9% en julio; al 3,3% en agosto; al 4% en septiembre, y al 5,4 % en octubre.