Diario de León

Siniestros

Los animales salvajes provocan 167 accidentes al año en León

La presencia de fauna salvaje en el campo, en especial de lobos, corzos y jabalíes, se ha convertido en los últimos tiempos en un verdadero quebradero de cabeza para los profesionales de la agricultura y de la ganadería, que piden soluciones urgentes para frenar los múltiples daños de los que están siendo víctimas. Estos perjuicios tienen nombre y apellidos, y según Agroseguro, en lo que va de año se contabilizan 2.350 siniestros registrados en 15.162 parcelas de la Comunidad, lo que ha afectado a un total de 24.470,62 hectáreas.

Una jabalí con sus cachorros cruza una carretera. ANDREU DALMAU

Una jabalí con sus cachorros cruza una carretera. ANDREU DALMAU

Publicado por
S. GALLO
León

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Las organizaciones profesionales agrarias se reunirán mañana lunes con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para abordar esta problemática que está dejando muchas pérdidas en el campo de Castilla y León. Teniendo en cuenta el número de siniestros, Burgos, con 543, es la más afectada este año, seguida de Soria, con 504, y de Palencia, con 362. Le siguen Valladolid (345), Zamora (219), León (167), Ávila y Segovia (75) y Salamanca (60).

Atendiendo al número de parcelas dañadas, según los datos facilitados por Agroseguro a la Agencia Ical, Soria es la provincia más perjudicada, con 5.941 parcelas dañadas, seguida por Burgos (3.543), Palencia (1.518) y Valladolid (1.417). Por debajo del millar de afecciones están León (978), Zamora 8725), Segovia (587), Salamanca (234) y Ávila (219).

La superficie también es muy variable en cuanto a los daños registrados. La provincia más afectada en este caso es también Soria, con casi 7.000 hectáreas, seguida de Palencia (4.475,02 hectáreas), Valladolid (4.152,33 hectáreas) y Burgos (3.509,72). A continuación se sitúan Zamora (2.077,24 hectáreas), León (1.039,26), Salamanca (781,2), Segovia (770,09) y la menos perjudicada que es Ávila, con 671,24 hectáreas.

Ante esta situación, las organizaciones agrarias piden a la Junta que adopte medidas de forma inmediata para frenar los cuantiosos daños provocados. Desde Asaja, su presidente en Castilla y León, Donaciano Dujo, consideró que la Comunidad tiene “masivamente” presencia de lobos y, en general, de animales salvajes, que están provocando daños “muy cuantiosos” con pérdidas “millonarias” que afectan tanto a la cabaña ganadera como al sector agrícola. Estas pérdidas se traducen en forma de muerte de animales, daños agrícolas o la afección por contagio de enfermedades sanitarias. “Esta Comunidad no aguanta la cantidad de animales salvajes que hay en ella”, alertó.

Desde la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), su responsable de Medio Ambiente, Jesús Muñoz, advirtió de que la fauna salvaje está “desbordando” al sector porque está provocando unos daños “increíbles”, entre otras cosas por las dificultades para poner fin a enfermedades como la tuberculosis. “Esto se nos está yendo de las manos”, incidió Muñoz, quien confió en que la reunión de la próxima semana permita “aclarar” actuaciones que pongan fin a esta problemática.

Por su parte, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Castilla y León, Aurelio González, también alertó de la gravedad de esta situación a pesar de que desde la Consejería se aprobó una normativa por la que tanto los cotos de caza como los agricultores que sufren daños pueden pedir batidas “en cualquier momento”. Sin embargo, estimó que el problema radica en aquellos momentos en los que el personal “se va de vacaciones” y no tiene sustituto o la documentación “se guarda en un cajón”, lo que genera “un problema”.

Peligro en las carreteras

La caza no solo está provocando daños en el campo, sino que también ha aumentado el número de accidentes provocados por esta causa en las carreteras de la Comunidad. Los accidentes de tráfico provocados por animales aumentaron más del doble en las carreteras de Castilla y León desde 2008. Si ese año la Dirección General de Trafico (DGT) contabilizó 4.518 siniestros, el pasado 2018 la cifra se elevó hasta los 9.341 accidentes, que dejaron 129 heridos. En concreto, el año pasado, la DGT no registró accidentes mortales por esta causa en la Comunidad, pero sí contabilizó 101 siniestros con 129 víctimas, de las que tres fueron hospitalizadas.

Por animales, un 51,28 por ciento de los accidentes contabilizados en 2018 estuvieron provocados por corzos (4.790), después fueron los jabalíes, con 2.603 siniestros, seguidos de perros con 558 accidentes, y ciervos con 445 sucesos. Además hubo otros provocados por, zorros, vacas, ovejas o caballos, entre otros animales salvajes y domésticos.

Evolución de la caza

Los cazadores también reconocen la existencia de “superpoblación” de animales salvajes, en especial de corzo y jabalí, algo que el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, atribuye a varios factores, entre ellos a la existencia en la Comunidad de un hábitat muy favorable. Ante esta coyuntura, Iturmendi explicó a Ical que los cazadores han hecho “un esfuerzo muy importante” para “minimizar” los daños de la fauna tanto a la agricultura como en los efectos de accidentes en carreteras, en especial en Soria y Burgos. “Por nosotros no va a quedar, porque con los mismos cazadores las capturas se han incrementado un 70 por ciento y en una década se han triplicado”, dijo Iturmendi. “Si hace falta cazar todo el año, se caza”, ratificó.

Según los datos oficiales, estas capturas crecieron de manera relevante en el caso del gamo (342,3 por ciento), del corzo (209 por ciento) o del jabalí (153,4 por ciento), según fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Los mayores incrementos en la captura de jabalíes se dieron en los caso de Valladolid (338 por ciento), seguida de Ávila (243,2 por ciento), Salamanca (124,3 por ciento) o Burgos (115,3 por ciento). El aumento en Zamora fue del 112,6 por ciento; del 94,1 por ciento en Soria; del 88,6 por ciento en Segovia y del 37,4 por ciento en Palencia, y de León no es posible determinar la variación ya que la Junta no dispone de los datos de capturas de hace diez años.

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