Asturias y León: una vida conjunta de más de un siglo que sigue dando frutos
«La vemos como un hermano o hermana. No me gusta tratarla como un hijo porque no concebimos esa relación de dependencia: son dos proyectos diferentes. De hecho nosotros somos un poco ‘hijo’ porque hemos conseguido nuestro propio Instituto Confucio gracias al de la Universidad de León». Con estas humildes palabras se refirió el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, a la ULE en su cuarenta aniversario. «Vengo a ser testigo de tantos años de historia conjunta, más de 120 años desde la creación del Distrito Universitario hasta que se consolidó y conformó la Universidad de León», expresó Granda, que se mostró emocionado y «muy orgulloso» de felicitar a esta entidad y reconocer «todos los vínculos históricos que unen a Asturias y a León».
El rector valoró también la evolución de la ULE, que desde 1979 ha conseguido una oferta educativa «increíble». «La veo progresando de una forma impresionante, y a pesar de su juventud tienen una altísima capacidad», manifestó García Granda, que incidió en la «tremenda importancia» que tiene las labores que realiza a nivel internacional. A mayores, destacó «todo lo que están progresando en titulaciones o memoria de investigación, es impresionante», y concluía su intervención exponiendo que desde Oviedo le tienen «muchísimo cariño» y les produce «alegría» ver cómo «va hacia arriba».
UNA RÉPLICA PARA LA ULE
Santiago García Granda desveló que se encuentran trabajando en una réplica exacta del sillón de la Universidad de Oviedo, «ya que no es posible trasladar el original». Esta ofrenda ilustra de modo simbólico las buenas relaciones existentes entre ambas universidades; pero también del siglo y un cuarto de historia conjunta. Gracias a esta colaboración continuada, el Instituto Confucio forma parte a día de hoy de la Universidad de Oviedo, y hay que destacar que el de León fue galardonado hace unos días como el mejor de los más de 200 que hay extendidos por todo el mundo.
El rector enardeció la actitud de todos los leoneses que lucharon por conseguir y asentar el sistema universitario. «Los leoneses jamás renunciaron a conseguir una Universidad», reconoció. Sin embargo, cabe señalar que fue gracias a la extensión universitaria del grupo de Oviedo, en 1898, cuando empezó a formarse el embrión de la posterior Universidad de León. Según declaró Santiago García Granda, en todo ese proceso de consolidación ha habido etapas «de luces y sombras», y siempre ha habido «algunas personas que han aportado esa visión simplista entre ambas instituciones», que se aleja de la realidad, ya que el tiempo ha demostrado que es una institución referente a nivel nacional. Los retos del futuro son los que deberán solventar, juntas y por separado, las universidades de Oviedo y de León.