Diario de León

Tribunales

La Audiencia reabre la causa contra una madre por ‘coser’ a cintazos a su hija

La niña no declaró por no conocer el lenguaje de signos y vivía irregularmente en España

La Audiencia determinó que la causa se reabra. RAMIRO

La Audiencia determinó que la causa se reabra. RAMIRO

León

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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ordenó la reapertura de la investigación —que un juzgado de instrucción había declarado archivada— contra una madre, acusada de agredir con el cinturón de forma frecuente a su hija, una niña de seis años que se encontraba en situación irregular en España y que no pudo declarar por no conocer el lenguaje de signos. Las agresiones, de acuerdo a la versión de la acusación pública, se hicieron mucho más frecuentes durante el confinamiento.

«Concretamente, lo que se denunció fueron una serie de agresiones, que la menor sufrió, presuntamente a manos de su progenitora, y de las que se aportaron informe médico y fotografías, que por las fechas, bien pueden coincidir con los «cintazos» que reconoció haber dado a la menor su propia madre. Y dado que la fase instructora del procedimiento penal, se dirige a esclarecer los hechos que pudieran ser delictivos, si se advierten indicios de criminalidad que puedan derivar en una responsabilidad penal, está justificada la apertura de la fase intermedia del mismo», sostiene la sentencia.

En este caso, las presuntas agresiones a la menor «vienen produciéndose desde que la misma llegó a España, acaso incrementadas o acentuadas durante el pasado estado de alarma. La tía y la abuela de la menor «saben es que la niña está siendo golpeada por la madre, de forma frecuente». La pareja de la abuela «manifiesta es que sí ha visto agresiones hacia la menor por parte de la madre incluso con un cinto, tal y como la propia madre reconoció».

Frecuencia
Las agresiones se hicieron más frecuentes durante el estado de alarma, según declaran los testigos

En cuanto al hecho de que no se denunciara antes, obedeció al temor de las denunciantes de que se produjeran consecuencias desfavorables a la propia menor, por su situación irregular de la menor en España.

Se solicitó una diligencia valoración del equipo psicosocial, cuya importancia redunda en la discapacidad auditiva de la menor. Se limita a advertir la dificultad de comunicarse con la misma, ya que no conoce el lenguaje de signos, lo que imposibilita la declaración de la víctima en este proceso, como prueba de cargo para desvirtuar el principio de presunción de inocencia de la acusada.

Corta edad
La madre reconoce haber agredido a la menor, que tenía seis años en el momento de los hechos

A criterio de la Audiencia, «se obvia en la resolución recurrida que la madre denunciada ha reconocido en su interrogatorio ante el Juzgado de Instrucción, haber propinado varios «cintazos» a su hija, lo que hace innecesaria y aún perturbadora una valoración rigurosa de las manifestaciones de las denunciantes, cuyas supuestas contradicciones, no son tales, sino más bien imprecisiones acerca de la coordenadas temporales de los hechos».

«Lo que originariamente se denunciaron, fueron unos malos tratos físicos prolongados en el tiempo, cuya habitualidad o no, no estamos en condiciones de abordar en este punto y momento», dice la Audiencia, «aunque sí de determinar que la referencia a una conducta reiterada o mantenida en el tiempo».

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