La autopista a Astorga acomete su enésimo reasfaltado en ocho años
Aulesa deja sólo un carril en varios tramos de la vía y crea malestar entre los usuarios por los inconvenientes en el trazado que no se trasladan a la tarifa
Un panel informativo advierte en la LE-30 de las obras que se ejecutan en la AP-71.
La autopista entre León y Astorga o AP-71 vuelve a estar en obras. Un año más, la concesionaria de la infraestructura, Aulesa, insiste con el asfaltado de un firme que, según las evidencias, soporta mal el paso del tiempo. Desde la empresa explican a los conductores que esta intervención sólo busca mejorar la seguridad del tramo, pero los cierto es que ésta es la enésima reparación de un enlace que anota únicamente ocho años de uso.
Varios carteles informativos, clavados en los accesos, advierten a los usuarios de los trabajos sobre el asfalto, los kilómetros afectados y la salida más próxima si se quiere eludir el principal eje de comunicación entre la ciudad y la capital maragata, al menos así se describió en la inauguración pese a que el tránsito de vehículos por la AP-71 está muy alejado de las previsiones iniciales.
Desde su apertura, esta autovía ha presentado a los usuarios diversas deficiencias: baches, señalización defectuosa, pivotes de plástico provisionales o un firme con saltos en las vías de entrada han sido los obstáculos a sortear. Además, el elevado coste del peaje, 4,40 euros, tampoco atrae a conductores.
Aulesa ha decidido mantener la misma tarifa pese a que en varios kilómetros de la infraestructura, en ambos sentidos de la circulación, sólo hay un carril disponible. No habrá rebaja. La concesionaria explica a los conductores que este tipo de obras sólo están permitidas durante el verano y asegura que son dos las empresas encargadas de la reparación para poder agilizar los plazos.
Constante. El Gobierno invirtió 115,2 millones de euros para construir la AP-71. Sólo tardaron 21 meses en terminarla, pero desde el principio reveló deficiencias. La maquinaria pesada ha convivido con los turismos ligeros demasiado tiempo. Aún así, el peaje ha permanecido, pese a que era una promesa del Gobierno liberar a esta autopista del cobro, junto con la AP-66 (León-Campomanes).
El elevado coste del rescate echó por tierra el compromiso electoral e incluso la última subida del peaje de Astorga, vigente desde el 1 de enero, fue de las más altas. La concesionaria elevó el precio un 14,2%, aunque luego lo corrigió levemente cuando entró en vigor la subida del IVA.