El Ayuntamiento alquilará por horas vehículos eléctricos para sus servicios

El ambicioso camino que traza el Ayuntamiento de León para conseguir el objetivo marcado por la Unión Europea dirigido a alcanzar en 2050 la neutralidad climática y la transformación de la economía —con las energías renovables como bandera— incluye también un nuevo plan para la flota de vehículos municipales. Ya no renovará los 125 que actualmente mantiene en nómina, destinados a los múltiples servicios que presta, incluidos también transportes de miembros de la corporación y técnicos en visitas a obras, instalaciones o áreas de su competencia, viajes de trabajo o de carácter institucional. En la senda de la movilidad verde, alquilará los vehículos que precise por horas, y siempre eléctricos. Con este sistema únicamente pagará por el tiempo exacto que necesite y ahorrará, además, el considerable coste anual de mantenimiento de una flota tan voluminosa (seguros, inspecciones técnicas, labores de mantenimiento, averías, colisiones...), que no incluye en la lista global a los vehículos de Policía Local ni Bomberos, fuera del plan por una obvia necesidad permanente para ambos servicios.

Se trata del sistema conocido como carsharing : alquiler de vehículos por tiempo limitado como método de transporte a través de una flota compartida. Y es que la intención del Ayuntamiento precisamente también contempla «compartir» con los propios ciudadanos este servicio, según ha podido conocer este periódico. Una de las vías para utilizar estos vehículos, la más extendida hoy en día, se conoce también con otro anglicismo, free-floating . La flota está repartida por toda la ciudad y se puede acceder a ellos en cualquier lugar y dejarlos, igualmente, donde mejor convenga al usuario. El ámbito para el servicio de recogida y abandono, cuando termine el tiempo del alquiler, dependerá de la zona de operaciones que marque la empresa que ofrezca estas prestaciones.

En el caso de los vehículos que precise el Ayuntamiento, por cuestiones de operatividad y programación ya prevista, puede optar por la otra forma de uso, es decir, ir a recoger ese medio de transporte a una de las bases o sedes permanentes, donde tendrá también que devolverlos.

La nueva óptica en la gestión de su flota de vehículos se suma a una batería de medidas ya proyectadas por el Ayuntamiento para transformar, además, el transporte urbano con energías limpias, en una apuesta por el hidrógeno verde como combustible para la flota. Este plan para los buses, que concurre junto con otras iniciativas municipales a los fondos europeos Next Generation (fondos covid para la recuperación de los estados de la UE tras el azote de la pandemia), engarza con la instalación en La Robla de la mayor planta de hidrógeno de España.

Precisamente, Europa incentivará los proyectos con consumo de energía verde en el entorno donde se genera y en el lugar donde un día la vieja térmica quemó carbón, las nuevas instalaciones producirán al menos el 10% de todo el hidrógeno verde del ámbito de la UE.

El plan diseñado por el Ayuntamiento de la capital para concurrir a la lluvia de millones de los fondos covid plantea inversiones por 23,3 millones de euros. Además de la renovación energética del parque de autobuses urbanos, prevé energías limpias para un buen número de instalaciones municipales, así como la implantación de ellas en algunos barrios de la ciudad como efecto espejo para otras zonas.