El Ayuntamiento exige a Adif que tire la residencia de maquinistas en ruinas
El PSOE se sube a última hora a la propuesta, tras intentar frenarla con una excusa técnica
La antigua residencia ha sido ya abandonada por los trabajadores del Adif por su estado. RAMIRO
Para que no quede «abandonado perpetuamente», el Pleno del Ayuntamiento aprobó ayer por unanimidad «instar al Adif a que habilite con carácter de urgencia una partida presupuestaria para la demolición» de la antigua residencia de maquinistas, «clausurada por daños estructurales», y ubicada en la calle Astorga, junto a la estación histórica. Su abandono definitivo «puede causar graves problemas de okupación y de riesgo para los viandantes», como se citó en el acuerdo al que se sumó a última hora el PSOE, después de que hubiera argumentado que «debería quedar encima de la mesa», como defendió el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete.
La propuesta salvó este obstáculo pese al argumento del edil socialista. García Copete, trabajador de Adif, se enrocó en que «no es una cuestión de excepcionalidad política, sino de procedimiento», por lo cual «no procede la demolición en tanto en cuanto no se emita informe en relación con el estado de conservación y las obras para su recuperación». El representante socialista se amparó en que ahora, después de años de conocer el abandono del edificio, se abrirá «un expediente para ver el estado de ruina y, en su caso, si procede reclamar que se derribe». La pega la enmendó sobre la marcha el alcalde, José Antonio Diez, después de ver que se iban a quedar solos en su no apoyo al acuerdo y con la excusa de que le «parece bien» después de «escuchar los argumentos».
Esos argumentos los cimentó el concejal del PP Eduardo Tocino. El edil popular detalló que «Adif ya ha confirmado el cierre definitivo del edificio, que ha sido desalojado, retirando todo el mobiliario y reubicando al personal que en él trabajaba».
Tocino abundó en que «una vez descartada definitivamente la rehabilitación del edificio, quedará abandonado indefinidamente». «Los vecinos y colectivos del barrio de El Crucero se oponen a que este abandono se prolongue a perpetuidad y sin ninguna solución, ya que se convierte en un foco grave de okupación y supondría un peligro para la seguridad de los vecinos», relató el edil, quien insistió en que «desde el punto de vista patrimonial también supone un punto negro para la imagen de la ciudad, dada la mala calidad urbana que ofrece, en claro contraste con el edificio histórico de la estación que ha sido restaurado y goza de protección en el PGOU».
El representante del PP, que advirtió de «la presencia de fibrocemento en la cubierta» de un edificio construido en los años 70, reseñó que «es destacable el perjuicio para la mala imagen de la ciudad». Como ejemplo, Tocino detalló que «durante el anterior mandato el Ayuntamiento reivindicó ante Adif la demolición de la antigua estafeta de Correos y se logró, dejando despejada la fachada sur del edificio y permitiendo permeabilizar mejor la entrada al Paseo del Ferrocarril».