El Ayuntamiento pide una tregua para resolver si amplía los puestos del rastro

Sin ningún acuerdo. Así terminó ayer la nueva reunión entre el Ayuntamiento de León y los comerciantes del rastro para consensuar un número de puestos determinado en la vuelta a la actividad de este popular mercadillo de los domingos que lleva suspendido desde que estallase la crisis del coronavirus.

El consistorio leonés sigue enrocado en su postura de no permitir más allá de un 33% de los más de 430 puestos que se instalan cada domingo en la avenida de Papalaguinda y los comerciantes aguantaron el pulso y volvieron a dejar claro que sólo aceptarán un mínimo del 50%.

«Bajar de eso es inviable para nosotros», subrayó ayer de nuevo Ricardo Torres, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de León. En respuesta a la negativa municipal a permitir al menos la mitad de los puestos, los vendedores se han negado a celebrar el rastro de los domingos desde el retorno de la nueva normalidad.

Los vendedores habían solicitado la mediación del alcalde en este nuevo encuentro para tratar de desbloquear el conflicto, pero José Antonio Diez no asistió finalmente a la reunión que los vendedores mantuvieron con la edil responsable del área de Comercio y Promoción Cultural, Susana Travesí, y representantes de la Policía Local. «Volvemos a hacerle un llamamiento al alcalde para que intervenga y así evitar males mayores», dijo Torres para apremiar una vez más la mediación del regidor.

En todo caso, el Ayuntamiento de León ha pedido una tregua de unos días a los afectados para estudiar si hay posibilidades de aceptar ese 50% y a la vez mantener todas las medidas sanitarias y de seguridad que exige la pandemia. «Hemos aceptado y les vamos a dar ese tiempo. Esperamos que no sigan empeñados que tengamos que volver al rastro con solo el 33% de los puestos porque no lo vamos a aceptar de ninguna manera. Si el viernes no nos han dado una respuesta nos reuniremos y tomaremos decisiones».

Al hilo de esta advertencia, Ricardo Torres aseguró que la amenaza de movilizaciones vuelve a estar encima de la mesa. «Somos gente pacífica pero si no nos dejan otro camino haremos todo lo que esté a nuestro alcance, manifestaciones, concentraciones o hasta una huelga de hambre si hace falta porque la situación es desesperada para muchas familias, porque estamos hablando del pan de nuestros hijos. Y no nos pueden acusar de que no hemos dialogado, nos hemos sentado a hablar siempre, en lugar de tirarnos a la calle desde el primer día». Los comerciantes afirman que ellos son los primeros interesados en respetar todas las medidas de seguridad y proponen ampliar el rastro un trecho por debajo del Mc Donalds para que no haya problema con las distancias de seguridad. «Incluso podemos poner los expositores más atrás para que la calle tenga más anchura».

También se preguntan por qué en localidades como La Bañeza, Astorga y Ponferrada se permiten el cien por cien de los puestos en sus rastros y en León se restringe hasta un 33% que consideran inaceptable.