El ‘brexit’ pone en alerta un negocio de más de 50 millones de euros en León

La economía leonesa mira de reojo a Reino Unido, que desconectará mañana de la Unión Europea. Tres años después del referéndum en el que votaron la ruptura con Bruselas, por un ajustado 51,9 por ciento, el brexit llegará a su penúltima casilla la medianoche de mañana, hora fijada por Boris Johnson para hacer oficial la salida.

Los cambios no serán perceptibles de manera inmediata. Las instituciones han pactado un año de transición para amortiguar un impacto que se desconoce, al menos hasta saber en qué acabarán las negociaciones sobre el nuevo marco arancelario. La relación comercial con la provincia podría verse afectada si cambian las reglas de juego, aunque, de momento, todo ese proceso de disgregación, que arrancó en 2016, apenas ha tenido incidencia en el tejido empresarial de la región.

«Durante 2019 se ha producido una fuerte caída en las exportaciones, pero no se ha debido a un fenómeno ligado al brexit , sino al cierre de la industria leonesa de producción de aerogeneradores», explica el catedrático de la Universidad de León José Luis Placer en las conclusiones de un informe donde dimensiona la importancia que puede tener en el sector exterior de la provincia la aplicación de esta medida, que dejará la Unión Europea con 27 estados miembros a partir de mañana a las doce de la noche, hora española.

En cuanto a las cifras, León facturó a Reino Unido, en los primeros once meses del año pasado, 53,32 millones de euros, frente a los 113,53 del ejercicio anterior. Un descenso superior a los sesenta millones que se justifica por la espantada de Vestas. En el conjunto de la provincia, las exportaciones a este país suponen el 6,5% del total.

El resto de bienes han mantenido un comportamiento homogéneo, más allá de los vaivenes que apareja la inestabilidad política. «Tras el cambio en la oferta por la desaparición de los aerogeneradores, la presencia de productos leoneses en el mercado británico está concentrada mayoritariamente en solo tres clases: barras, perfiles y alambrón de acero inoxidable, que representan el 42%, pizarra, el 33%, y manufacturas de madera chapada y contrachapada, un 8%», según el análisis hecho por José Luis Placer, que, además de su labor docente, elabora informes como experto para la Cámara de Comercio. En una posición secundaria sitúa a las vidrieras aislantes, los embutidos y los aparatos de rayos ultravioletas o infrarrojos.

En este sentido, considera que, a priori, «el brexit no debería tener un impacto negativo porque se trata de productos que el mercado británico necesita seguir demandando». No obstante, habrá que esperar a los futuros pactos entre los territorios fronterizos antes de hacer una proyección certera. «Resulta imposible aventurar cómo afectará», reconoce.

En cuanto a las importaciones, el único sector con presencia continuada a lo largo de los últimos 24 años, periodo estudiado por el catedrático de la ULE, ha sido el de los cereales (cebada y trigo), por delante del pescado y los vehículos. En total, se importaron desde León 21,47 millones de euros entre enero y noviembre de 2019, lo que supone un crecimiento notable respecto a los 14,29 millones de 2018. Esa subida se apoya en que la compra de cebada, principalmente, pasó en un curso del millón de euros a 9,3 millones.

En cuanto a las empresas leonesas que participan en el mercado británico su número ha crecido de forma sostenida desde el año 2000, cuando únicamente 34 compañías de la provincia exportaron bienes por valor de 21,28 millones. En 2018, la cifra de empresas creció hasta las setenta y el dinero ascendió a 113,53 millones.

Antes de la entrada en este siglo, el negocio entre ambos países «no ha sido muy significativo, hasta llegar a la década actual, en la que se produce un fuerte impulso de las exportaciones por encima de los cien millones», apunta José Luis Placer, que anota el récord en 2012, cuando se movieron 126,10 millones de euros.

En cuanto a los sectores, la pizarra es el producto leonés más consolidado, presente en todos los años a los que hace referencia el estudio. Las ventas pasaron de 4,3 millones en 1995 a los 16 millones de 2018. Mientras, las transacciones que afectan a la fundición de hierro y acero, cuyas exportaciones arrancaron en 1999, alcanzaron en 2018 los 22,3 millones de euros, muy por encima de los 5,7 del primer año. «Ninguna otra actividad ha mantenido una presencia continuada tan importante en el mercado británico», matiza Placer, quien, igualmente, hace referencia a los embutidos, «un producto que siempre ha estado en este mercado, al principio con cifras pequeñas, pero desde 2007 siempre superiores al medio millón de euros y a partir de 2014, por encima del millón».

La fractura entre Reino Unido y la Unión Europea, a pesar de que finalmente la desconexión ha sido pactada, pone en alerta un volumen de negocio superior a los cincuenta millones de euros en la provincia. Los empresarios implicados estarán muy pendientes del avance de las negociaciones para ver si continúa el libre comercio entre ambos territorios o aparecen nuevos aranceles que complican las operaciones.