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Cantabria y País Vasco se llevan 108 sanitarias formadas en la provincia

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León se quedó sin enfermeras en las bolsas de empleo en la primera ola de la pandemia. Fue complicado encontrar a profesionales del sector para rastrear los contactos de los contagiados de covid y el sistema sanitario se encontró en jaque en verano para cubrir bajas, incidencias y permisos. Detrás de ese vaciamiento se encontraba la fuga de muchas trabajadoras a otras autonomías, más hábiles para captar enfermeras con algo tan sencillo como contratos de 10 o 12 meses frente a los de tres y luego seis meses que ofreció Sacyl, además de retribuciones más elevadas. De hecho, 108 enfermeras se fueron para Cantabria y País Vasco, según constató el sindicato Comisiones Obreras.

Por su parte, Satse vio cómo desgraciadamente se cumplían los pronósticos que efectuó y que le habían llevado «a avisar a Sacyl y a la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades (de quien depende Servicios Sociales) de que las condiciones tan precarias están haciendo que las enfermeras se marchen a trabajar a otras comunidades».

Al no encontrar sustitutos, Sacyl y Servicios Sociales tuvieron que denegar permisos y vacaciones, lo que supuso empeorar las condiciones de estas profesionales, que vieron aumentada su carga de trabajo al tener que asumir el de los compañeros que no son sustituidos.

«Los momentos que estamos viviendo son especialmente duros y es nuestra gran oportunidad para que Sacyl mejore la oferta económica a nuestro colectivo», indica Ruth Barrientos, quien opina que no es momento de que Sanidad se quede en buenas intenciones, sino de que avale el incremento retributivo. Un objetivo que ya han puesto en conocimiento de sus afiliados.

Satse insiste en que las enfermeras vienen de una situación de estrés y exige la mejora de las condiciones laborales y retributivas si se quiere garantizar una asistencia de calidad. También recuerdan que si en León los salarios son los más bajos del país, España también se sitúa en puestos bajos respecto a otros de la UE como Noruega, donde cobran dos veces más.

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