Diario de León

La casa solariega de Dámaso Merino amenaza de nuevo con derrumbarse

La Policía Municipal alerta en un informe del peligro y los vecinos piden soluciones.

Estado del inmueble de la calle Dámaso Merino, donde se pueden ver nuevos desconchones de la fachada, ayer.

Estado del inmueble de la calle Dámaso Merino, donde se pueden ver nuevos desconchones de la fachada, ayer.

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m.c.c. | león
León

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Si a algo está contribuyendo la meteorología seca de esta parte final del invierno es a que no se agraven situaciones como la de la casa solariega de la calle Dámaso Merino de León, que en los últimos días ha vuelto a dar síntomas de que su frágiles paredes mal niveladas pueden dar cualquier día un nuevo susto, como cuando parte de la fachada se vino abajo el 23 de abril del año pasado.

De momento, la Policía ha elaborado un nuevo informe donde da cuenta del riesgo de un nuevo incidente, que afortunadamente hace un año no conllevó desgracias personales.

En la fachada principal se han vuelto a advertir nuevos desconchones. Aunque está recubierta con plásticos y una malla para evitar la caída de cascotes, el riesgo es más que evidente a simple vista.

De momento, no se ha tomado ninguna decisión, aunque los vecinos no es la primera vez que piden al Ayuntamiento que se actúe de manera más contundente.

Tras el incidente del año pasado, el propietario, que tenía prevista la construcción de apartamentos tras la rehabilitación del inmueble, colocó la protección de plásticos.

La casa solariega, además de su propia historia, alberga en el subsuelo importantes restos romanos, como se ha puesto de manifiesto en alguna cata o en el edificio próximo de la nueva sede del Procurador del Común, en Sierra Pambley.

Cuando se derrumbó parte del tejado y de las paredes, tanto exteriores como interiores, el inmueble estaba deshabitado, lo que evitó también desgracias personales. Un verdadero milagro teniendo en cuenta que es una calle de mucho tránsito en días de ambiente de fin de semana o por Semana Santa, al conectar la Catedral con la zona del Cid, con numerosos bares y restaurantes.

El edificio estaba catalogado como ruina dentro del Plan Especial de la Ciudad Antigua. De hecho, el Ayuntamiento ya había trasladado al propietario su obligación de conservar el inmueble, lo que le llevó a realizar varias intervenciones para apuntalar el interior de la casa, que se encuentra aún en peor estado de conservación.

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