Diario de León

Sanidad

Los plantones al médico de cabecera en León ponen en lista de espera 62.000 citas cada año

Sanidad efectúa un llamamiento para que los enfermos que no vayan a acudir al ambulatorio anulen su reserva

La mayoría de pacientes son responsables y acuden a su cita médica. MARCIANO PÉREZ

La mayoría de pacientes son responsables y acuden a su cita médica. MARCIANO PÉREZ

León

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Unos 9.000 pacientes están citados cada día en los centros sanitarios de Atención Primaria del área de León. Sin embargo, algunos dan plantón a su médico de cabecera sin darse cuenta de que el tiempo que habían reservado para ser atendidos podría haber sido aplicado a otro paciente. Las listas de espera generan muchos recelos y numerosas críticas , pero, en ocasiones, pueden aliviarse también desde la parte de los propios pacientes. 250 citas diarias perdidas durante 249 días hábiles ponen en lista de espera una media de 62.000  encuentros anuales con el médico de cabecera en León.

No se trata de que paguen justos por pecadores, ya que la mayoría de usuarios de los servicios sanitarios cumplen e incluso sufren las demoras que se producen en las consultas.

A todos les puede surgir un imprevisto que posibilite asistir al centro de salud el día y hora fijada, pero Sacyl efectúa un llamamiento a la responsabilidad para que el «buen funcionamiento de la sanidad sea cuestión de todos », y en vez de perder esas valiosas citas porque no se cancelaron a tiempo, se puedan conceder a otros enfermos y agilizar el sistema.

El área de León dispone de 28 consultorios y solo en los dos que funcionan como centro de especialidades del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), el número de citados cuyo nombre se escuchó en la sala de espera sin respuesta se elevó a 7.089 en La Condesa y 8.038 en José Aguado el año pasado.

El mayor porcentaje de ausentes se produjo en el servicio de psiquiatría (14,49%), seguido de Dermatología (11,08%), aunque poniendo el acento en la cifra de pacientes que fallaron en lugar del porcentaje, el servicio al que más dieron plantón fue el de oftalmología (1.490 personas de las 16.836 citadas).

En el otro extremo de la balanza, el servicio de cirugía general y digestivo registró el menor índice de enfermos que se saltaron la cita (2,55%), junto con los de cardiología (3,32%). En cuanto a las pruebas, en el centro de La Condesa 5.308 usuarios no acudieron a efectuarlas (13%) frente al 7% que no lo hizo en José Aguado (2.524).

¿Pero qué implican esos plantones no comunicados?. Oportunidades perdidas para otros usuarios y reprogramaciones. Los ambulatorios de La Condesa y José Aguado ejemplifican el trasiego de agendas. En el primero, se efectuaron 135.364 citas, pero no 13.410, mientras en el segundo se gestionaron 125.628 y no se realizaron 10.345. En ambos se reprogramaron 40.868 peticiones, 6.000 de ellas a petición de los propios pacientes y otras por causas institucionales y permisos.

La importancia de anular

Situaciones de ese tipo convirtieron en viral justo antes de la pandemia un cartel en la puerta de una consulta de Primaria en el que se leía: «La semana pasada no acudieron a su cita en esta consulta 31 pacientes. Si estos pacientes hubiesen anulado sus citas, usted podría haber sido atendido antes».

El escrito terminaba insistiendo en que «el buen funcionamiento de la sanidad pública es responsabilidad de todos». El médico que lo escribió señalaba además que esos plantones «es lo habitual». De hecho, no es la primera vez que profesionales sanitarios muestran su enfado ante este tipo de practicas por parte de los pacientes, aunque los pacientes también suelen quejarse de la tardanza de algunos médicos en citarles para sus dolencias.

Sanidad aconseja cancelar la cita «cuando se sepa que no se va a hacer uso de ella», ya que es «un pequeño gesto que otros te agradecerán y no habrá tantos retrasos». Actualmente, la demora puede oscilar entre uno y tres días. No obstante, Sacyl recuerda que en la solicitud de cita por teléfono o a través de la aplicación, el ordenador asigna directamente el primer hueco en la agenda que tenga el profesional al que el usuario está asignado y si el médico estuviera de baja o descanso, podría saltar hasta 15 días después.

«Eso no quiere decir que tenga que esperar quince días para recibir atención, marcando el número 2 el ordenador pasa directamente con el centro sanitario donde atenderá una persona física que dará la cita para otro facultativo, seguramente, para ese mismo día o el siguiente», aclaran. Por su parte, en el Hospital, 9.500 pacientes plantaron al especialista en su primera consulta sin anular su cita, lo que supuso un 7% de las 164.500 realizadas.

El dato no es baladí y llama a la responsabilidad de los usuarios, ya que estas faltas implicaron un gasto superior a los dos millones de euros para las arcas públicas en León, el equivalente a la adquisición e instalación de un acelerador lineal que mejora con menor radiación los tratamientos de los enfermos, sobre todo, de cáncer. Las consecuencias de este uso ineficiente de los recursos también se trasladan al resto de usuarios y a la gestión del propio sistema. Las cifras se obtienen de multiplicar las consultas a las que no acudió nadie por el precio de los servicios que oscilan entre los 227,89 euros, en el caso de que se trata de primeras consultas de tramo 1, y los 179,81 del tramo 3.

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