Diario de León

Un caso excepcional en medio de una situación cada vez más crítica

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Lactiber se ha convertido casi en la última frontera de una industria como la leonesa que en los últimos años ha ido viendo cómo se caen algunos de sus grandes emporios, el último, a las puertas del precipicio, Antibióticos.

A la parálisis de la actividad carbonífera, que repercute de manera especial también en León capital, por las cercanas minas de Santa Lucía de Gordón, se une la crisis en algunas de las empresas que quisieron marcar una nueva época floreciente. El más sangrante, DC Wafers, ubicada en el alto del Portillo, que después de una fuerte inversión anunció el año pasado el cierre de sus instalaciones, dejando en la calle a sus 112 empleados a la espera de que soplen de nuevo aires de recuperación del mercado internacional si China no hace competencia desleal.

Otras como RMD, Everest... tienen o han tenido expedientes de regulación de empleo. En peor situación quedó Ibán Hermanos, que cerró. Según fuentes sindicales, más de 600 trabajadores leoneses de grandes y medianas empresas se han visto afectados por Eres en un año.

La irrupción de Mercadona en el polígono de Villadangos ha servido para afianzar proyectos como Lactiber y otros en menor proporción, como una planta de agua en San Miguel del Camino.

Según datos recientes, Mercadona realizó a lo largo de 2012 compras a proveedores de Castilla y León por valor de 1.280 millones de euros. La compañía de Roig generó el 12 por ciento de las compras de la industria agroalimentaria de la Comunidad, donde la cadena cuenta ya con 63 tiendas.

De la planta de Mercadona en Villadangos salen al día mil camiones hacia Galicia, Asturias, Cantabria y la Comunidad. Lactiber suministra a las plantas de Villadangos y Ciempozuelos.

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