Diario de León

Asuntos municipales

El censo de perros se incrementa hasta casi triplicar al de niños en el municipio de León

La capital leonesa anota ya 15.356 canes, 3.864 más en apenas seis años, mientras decrecen los menores de 12 años

Perros en una zona de recreo en un parque urbano.

Perros en una zona de recreo en un parque urbano.

León

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Un paseo por una de las grandes zonas verdes y de esparcimiento deja claro el dato que demuestran las estadísticas. Sólo hay que pararse a mirar cuántos van de la mano y qué numero pasea con correa. El desequilibrio cada vez aumenta más dentro de una correlación de factores que empuja a los primeros hacia abajo y hace que los segundos crezcan de manera exponencial. En León, el padrón comparado con el sistema de identificación de animales de compañía muestran que hay poco más de un niño menor de 12 años, 5.941 según las últimas cifras oficiales cerradas, por cada 3 perros, 15.356 en total de acuerdo al registro de la Junta.

Ni siquiera se nivela la situación si tomamos como referencia a los menores de edad. En el municipio de la capital leonesa, que acumula la ciudad y las pedanías de Trobajo del Cerecedo, Armunia y Oteruelo de la Valdoncina, apenas se contabilizan 9.660 personas hasta los 18 años. Para encontrar el equlibrio hay que ir hasta la franja por debajo de los 28 años, en la que se acumulan 16.224 personas.

La desproporción avanza pareja a los indicadores opuestos. Mientras que el número de perros censados aumenta a un ritmo de casi un millar anuales, desde los 11.492 de 2013 hasta los 15.356 que hay en la actualidad, los menores de 12 años disminuyen a razón de 255 al año, de 7.218 a 5.941 dentro del mismo periodo de referencia, de acuerdo a los datos del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE)cerrado con fecha 1 de enero de 2018, que es el último que ofrece datos cerrados por franja de edad y municipio.

Los datos del número de perros demuestran el auge urbano de este tipo de animales de compañía, que han generado el nacimiento de colectivos que estimulan su correcto trato y disfrute como Masqperros. «No consideramos que haya un amento significativo de animales en la ciudad. Sí que existe un aumento paulatino a lo largo de los años. Sí que queremos destacar, que es necesario que nuestra ciudad se dote de los equipamientos necesarios para atender la demanda de los vecinos y las vecinas que convivimos con animales, así como de una nueva ordenanza adaptada a la situación actual», reclama Miguel Ángel Gutiérrez, de la asociación Masqperros.

La proliferación ha hecho que el sector de las clínicas veterinarias y las tiendas de animales sea uno de los pocos que ha encontrado hueco de crecimiento en la ciudad y en el que aún se ve horizonte. No por casualidad, en el nuevo parque comercial que abandera Decathlon, entre La Serna y La Granja, dos de las futuras marcas que tienen cerrado el contrato de entrada son franquicias que se inscriben dentro de esta oferta de producto.

Para hallar el equilibrio entre población y perros hay que contar a todos los menores de 28 años

La tendencia se constata también en los servicios de asistencia sanitaria para mascotas. Las consultas e intervenciones han aumentado, como confirman desde el Hospital Veterinario, dependiente de la Universidad de León. Los profesionales inciden en que «hay gente que suple no tener compañía con un perro», pero sobre todo atribuyen el aumento de los cuidados a que «lo integran más como parte de la familia y lo atienden de una manera especializada».

No todos coinciden en el análisis del aumento de los perros en los últimos. Pese a que el censo sí lo muestra, se debe a que ahora «la gente es más consciente de que tiene que registrarlo», como explica Pilar Rúa, de la clínica San Isidoro. «Antiguamente la gente tenía 10 perros y no le importaban nada. Ahora, tienen uno o dos y lo atienden», explica la veterinaria, quien incide en que la motivación mayoritaria se debe a que «la gente necesita estar acompañada».

Los nuevos hábitos hacen que los dueños de los animales «se preocupen más del animal, que ya no vive en un patio, sino en casa y tumbado en la cama». «Por la gente reclama que el animal esté mejor», señala la profesional, que añade además otros factores a la proliferación de clínicas, como «la problemática de un sector en el que se manejan precios muy bajos con mucho IVA», lo que hace que los sueldos de los veterinarios sean bajos». «Cobramos el sueldo mínimo y al final pensamos que es mejor ponernos por nuestra cuenta. La normalidad es que el 80% sean pequeñas, de uno o dos veterinarios, y cada vez de más mujeres», apostilla.

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