Diario de León

La central de biomasa dará calor a 71 edificios públicos y singulares

La instalación se abastecerá hasta con seis camiones diarios de pellets o astillas de los bosques leoneses situados en un radio de 80 kilómetros.

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p. infiesta/á. caballero | león

Adiós al carbón, el gasóleo y el gas natural. Treinta y nueve edificios públicos y singulares de Navatejera, la carretera de Asturias, la avenida de Mariano Andrés, Eras de Renueva, Condesa de Sagasta, Inmaculada y paseo de Salamanca, junto con otros 32 del campus universitario de Vegazana, podrán sumarse a la denominada calefacción urbana, que usará exclusivamente pellets y astillas para reducir sensiblemente las emisiones contaminantes. Es la gran ventaja que aportará la futura planta de biomasa Norte de León, que se construirá con 18 millones de euros en el municipio de Villaquilambre, auspiciada por la sociedad pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León. Desde esa central, además de abastecer de calor al complejo hospitalario, al servicio territorial de la Junta, a la Subdelegación del Gobierno, al Ayuntamiento de León o a la sede de Hacienda, también se beneficiará con energía limpia a hostales, hoteles, colegios, centros de salud, el Auditorio, el Musac, diez facultades, el centro de alto rendimiento y varios laboratorios. Todos ellos consumen 85 millones de kilowatios al año y sueltan a la atmósfera 56.043 toneladas de CO2, que podrían mermarse a 3.257 toneladas de dióxido de carbono si se abastecieran con la biomasa forestal a la que recurrirá la nueva planta. La caldera, que generará 10 puestos de trabajo directos para atender las instalaciones y decenas durante la construcción, tendrá asiento en dos parcelas de 52.826 metros cuadrados de la junta vecinal de Navatejera. La pedanía firmará un acuerdo con la consejería de Fomento y Medio Ambiente para ceder el uso del suelo durante 50 años, a cambio del abastecimiento de calefacción y agua caliente en el polideportivo y la piscina, cuya factura actual supera los 5.000 euros mensuales. La superficie disponible para la central rebasa con creces los apenas 14.200 m2 del emplazamiento inicial de Cantamilanos, a la vez que se aleja de manera considerable de las zonas edificadas y de los centros educativos. La parcela elegida no pierde la ubicación estratégica que se buscaba respecto al Hospital y la Universidad. Esa cercanía fue el principal valor para la elección del terreno, puesto que permite que se reduzcan los costes de las canalizaciones con las que se suministrará la calefacción y el agua caliente sanitaria.

El proyecto, según la consejería de Medio Ambiente, se efectuará en varias fases. En la primera dispondrá de una sala de generación de 18 megawatios, que permitirá atender una demanda anual de energía térmica de 40,5 millones de kilowatios, tras consumir dos camiones diarios de astillas. En la segunda, se habilitará una sala de generación de 27 megawatios que ampliará el aporte a la red de calefacción de 60,7 millones de kilowatios ‘engullendo’ ya tres camiones diarios de biomasa. En la tercera fase se añadirá una central de puntas de 5 megawatios y un gran depósito de inercia para acumular agua caliente en horas de bajo consumo, que podrá satisfacer una demanda energética de 129,6 millones de kilowatios con un consumo de 48.000 toneladas de astillas (6 camiones diarios). De ahí, que la Junta se plantee ofrecer también a comunidades de propietarios privados de ese entorno la posibilidad de conectarse al suministro energético de esta calefacción urbana.

La planta tendrá forma cuadrada y estará formada por siete departamentos conectados entre sí. Las calderas, los sistemas de filtración y los elementos para producir el calor se albergarán en la Sala de Generación. Los muelles de descarga y el almacén de biomasa se situarán en la zona más alta del edificio, en el denominado Almacén de Combustible, que dispondrá de un puente-grúa. En un lateral se colocarán los depósitos acumuladores de agua caliente, y en la Sala de Bombeo, las bombas de impulsión que desplazarán el agua caliente producida a través de tuberías en 120 m2. Todos los armarios eléctricos y los grupos electrógenos se situarán en otro extremo del inmueble, mientras la recogida de cenizas se efectuará en una zona al aire libre situada en la parte posterior, donde se colocarán contenedores especiales para recoger esos residuos generados por la combustión, que se llevarán al punto de reciclaje en camiones. Las oficinas, de atención al público, aseos y vestuarios se alojarán en el Edificio de Usos Múltiples.

La Central de Generación estará alimentada por biomasa forestal como único combustible (pellets o astillas) que procederán de la comunidad desde un área de procedencia con un radio máximo de 80 kilómetros alrededor de León. La provincia es la que más bosques posee en la autonomía (1.000.313 hectáreas, que representa un 21%), pero con un bajo aprovechamiento de su biomasa. Medio Ambiente también apunta que el impacto ambiental y visual que supondrá la puesta en funcionamiento de la planta será muy relevante, ya que 350 chimeneas de los edificios que se sumen dejarán de emitir un 94,2% de CO2, y pasarán a tener unos vertidos al aire controlados en una única chimenea «con todas las garantías de cumplimiento de la legislación vigente en la materia y con avanzados sistemas de seguridad y control». Así en unas zonas con una alta concentración de edificios con sistemas de calefacción antiguos, poco eficientes y contaminantes, se implantará un sistema de calefacción moderno, eficiente y colectivo. Desde un punto de vista más global se sustituyen combustibles fósiles contaminantes e importados por biomasa forestal autóctona; se mejora la conservación de los bosques de la provincia; se evitan incendios forestales, y se crean puestos en zonas rurales muy necesitadas del asentamiento de población, y en zonas urbanas para la construcción y mantenimiento de las redes. La Junta considera que la central de biomasa contribuirá a convertir la zona norte de León «en una referencia en la construcción de infraestructuras modernas y eficientes, que mejoran la calidad de vida de sus ciudadanos y crean entornos más saludables, más sostenibles, más activos y competitivos».

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