Diario de León

Francisco Igea | Vicepresidente de la Junta, portavoz y consejero de Transparencia, ordenación del territorio y acción exterior

«El cesarismo está arruinando los partidos y permite crecer a los movimientos territoriales»

MEDICINA Y POLÍTICA. Abordar una crisis sanitaria y social con la creciente ira de todos los que se ven tocados por las restricciones; difícil. Francisco Igea adelanta que en las próximas semanas primará la firmeza frente a la relajación. Repasa un laberinto de temas que le conducen a la crítica política hacia su partido y, otra vez, a cuestionar las diputaciones.

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JOAQUÍN S. TORNÉ / RAFAEL BLANCO / MAITE RABANILLO / MARCO ROMERO / MANUEL CARLOS CACHAFEIRO

 

—Lo que tanta gente se pregunta. ¿Cómo se intuye el comportamiento de la pandemia en Navidad?

—No tengo una bola de cristal, pero nuestra intención es relajar las medidas lo antes posible manteniendo la seguridad y el criterio lógico. Tenemos mucha preocupación por las próximas Navidades. Cometimos el error de la desescalada en verano con la segunda ola. Y esto puede ser mucho más rápido en Navidad que en verano, así que si no se toman decisiones antes de que la incidencia sea muy baja podríamos tener una ola que nos pille además con las ucis ocupadas, con lo cual sería una catástrofe.

—Ha bajado la presión en las ucis pero León fue uno de los pocos lugares donde no se reforzaron pese a haber estado al borde del colapso, ¿por qué?

—Porque había un problema. La obra nos obligaba a hacer una obra estructural muy importante desde el punto de vista arquitectónico. Y menos mal que no lo empezamos porque si no al final nos hubiera pillado en una de las peores circunstancias. Teníamos capacidad para extendernos pero pensamos que era más prudente que no nos pillara una segunda ola con las obras en medio. Yo creo que se ha tomado una decisión sensata, lo que no quiere decir que no se vaya a hacer.

—No son pocas las críticas que ha habido porque la sanidad no se ha reorganizado durante el verano frente a una nueva ola.

—Es normal que haya críticas y las entiendo. Llevamos muchos meses de pandemia y la gente está cansada. ¿Que no hemos organizado nada? Hombre, pues no se corresponde con la realidad. Ni en la reorganización de recursos, ni en la dotación de consultorios, ni en los equipos de protección, ni en las obras de los hospitales, ni en la dotación de rastreadores... Menos mal que no hemos hecho nada. Que la gente está hasta las narices de la pandemia, yo también. Que se podían haber tomado decisiones mejores, seguro. Nosotros empujamos para que la desescalada no fuera tan rápida, pero llegamos hasta donde llegamos con nuestra capacidad de resistencia. Hay personal sanitario que se queja de que tomamos las decisiones tarde, hay gente que vive de la hostelería y se queja de que tomamos medidas restrictivas pronto. Es difícil salir indemne de este asunto. Cuando uno está en el centro recibe las bofetadas de todos. Eso es lo que tiene decidir en una crisis. Algún día escribiremos el libro de cómo ha sido la gestión de la pandemia.

—¿Cómo han llevado los vaivenes de Ayuso en Madrid?

—Nuestras relaciones son buenas con todas las comunidades. Hay cosas en las que hemos opinado diferente. En Madrid ha habido sus vaivenes, Puede que sí. Pero ha habido una estrategia que ha funcionado. A nosotros nos preocupa que se pueda vivir la pandemia con relajación. No vamos a apostar todo al negro o al blanco. No haremos una apuesta, estamos jugando con la vida de la gente. Y para nosotros es muy importante. Mil muertos más, mil muertos menos no es baladí. Hay familias detrás y eso es lo que marca la estrategia. Porque además con eso va la economía. Las cosas están yendo bien y, cuando la incidencia esté baja, nadie tiene más interés que nosotros en relajar las medidas.

Navidades
«Si no se toman decisiones antes de que la incidencia sea muy alta sería una catástrofe para las ucis»

—Ha dicho que el Gobierno central les ha abandonado en alguna ocasión. ¿Puede ser el caso de la hostelería? ¿Quien ordena el cierre paga?

—Yo soy de los que piensa que no hay que tomar a la ciudadanía por imbécil todas las veces. Yo anuncio las vacunas, tú pones la restricciones. Pues es muy bonito. Yo a eso le llamo gobernar...Y aparte esta crisis es una crisis sustancialmente sanitaria y social y sobre quien recae el gasto principal es sobre las autonomías. Por tanto, lo que entendemos es que todos debemos colaborar; llamo a todas las instituciones a cumplir con su parte del gasto.

—¿Se ha criminalizado de más al sector de la hostelería?

—Aquí no hay nada criminal. Es que la gente no entiende que no hay culpables, el culpable es el virus pero nadie trata de criminalizar, tratamos de evitar situaciones no convenientes.

—¿Se puede hablar de la dimisión de Germán Barrios como el primer coste político de esta pandemia?

—No creo que sea un coste político, yo creo que es un asunto que tiene que explicarlo él, es una decisión que presenta, pero no está en relación directa con la pandemia. Es una decisión personal.

—La gente está empezando a explotar poco a poco: los sanitarios, los hosteleros, las agencias de viaje. ¿A qué atribuye tanta ira?

—Entiendo la ira perfectamente, la gente perdiendo muchísimo dinero, muchos meses de restricciones, gente en una situación muy difícil… Es una tarea de resiliencia. ¿Qué tenemos que hacer nosotros? Intentar paliar lo que podamos a los que más están sufriendo. Nosotros no podemos dejarnos llevar por la ira, la frustración o el cansancio. Estamos obligados a llevar el timón del barco hasta que esto acabe y lo que tenemos que hacer es atender a quienes muestran su cansancio. Y ayudarles en la medida de nuestras posibilidades. ¿Que hay ira? Sí. Lo triste es que cabalgue. Hay gente en especialista en cabalgar hacia el descontento y a lomos de la ira. Es una manera de hacer política muy poco responsable, pero es que hay gente muy poco responsable dedicada a este oficio y eso es lo preocupante, porque azuzar la ira... Después acaban sorprendidos cuando se les quema la casa, Pero en este fuego se puede quemar la casa de todos.

​Bofetadas de todos
«Los sanitarios se quejan de que tomamos decisiones tarde, la hostelería que restringimos pronto...»

—El alcalde de León ha sido crítico con los resultados de las conferencias de alcaldes. ¿Fue un castigo el no avisarle personalmente cuando se confinó el municipio de León?

—En política hay cosas que se pueden atribuir nada más que al desconocimiento, pero nosotros no nos levantamos pensando en dar una patadita en la espinilla a alguien que nos critique. Nosotros contamos con los alcaldes porque nos va mucho en esta pandemia en el cumplimiento de las órdenes, de evitar acciones multitudinarias, todo eso que pueden hacer los ayuntamientos es muy importante para nosotros, por eso intentamos tener la mejor relación posible con todos los alcaldes. Pero no es lo mismo gobernar esto que La Rioja. Aquí hay nueve capitales de provincia, multitud de alcaldes y a veces es difícil. Nosotros cada vez que tenemos que decretar un confinamiento intentamos hablarlo, pero a veces se precipitan las cosas y por error, no por mala fe, pues pasa esto. Luego, cada uno tiene su personalidad y es verdad que a veces la personalidad de los alcaldes marca un poco la relación. Todos tenemos nuestra personalidad pero intentamos contenernos en estos momentos.

—En su opinión, ¿el alcalde de León ha sido eficaz en gestionar la pandemia en el ámbito de sus competencias?

—Yo creo que sí. Todo el mundo ha sido más o menos responsable. Otra cosa son sus declaraciones o su personalidad, eso es otra cosa. Yo no voy a cambiar el alcalde de León ni es mi propósito y tampoco me va a cambiar él a mí, ni el de Valladolid… Cada uno es como es, lo único que pretendemos es que se cumplan las normas y en general ha sido una persona eficaz en su gestión, no ha tomado decisiones que nos hayan sorprendido para mal.

—Es posible que a usted no le convenza, pero sí ha convencido a mucha gente de su partido que ha apoyado a la moción por una Región Leonesa.

—Por un momento pensé que estábamos en otro periódico... Yo soy un crítico conocido dentro de mi partido, así que no seré yo quien critique a los críticos. Pero sí que creo que la gente que milita en este partido debe tener algunas cosas claras. Nosotros somos un partido en esencia jacobino, poco partidarios de lo identitario. No es bueno como arma política exacerbar lo identitario. Y no creo que en política sea bueno dedicar más tiempo a buscar culpables que a buscar soluciones. Nunca he creído en el España nos roba. Creo más bien en las soluciones y eso en mi partido deberían tenerlo claro. Dicho esto, amar a tu tierra es muy buena cosa. Que te guste dónde vives, dónde naces y que te guste tu tierra es algo connatural al ser humano pero en política soy un europeísta convencido. Tampoco me gusta el nacionalismo español. Me gusta intentar poner un poco de racionalidad y si ponemos pasión en algo es en la defensa de la libertad y en la defensa de los principios. Por eso milito en este partido y creo que nuestros cargos deberían hacer esa reflexión, pero no seré yo, el más crítico de los críticos, quien critique a quienes nos critican a nosotros.

Carrera política
«Acabará cuando me muera. Me he dedicado a la política desde que estudiaba Medicina»

—En todo caso, ¿esas buenas palabras que acaba de decir no esconden un cierto temor a una reivindicación que tiene un encaje constitucional?

—Yo no me dedico a la política con temor. Si me dedicará a la política con temor lo tendría claro... No temo al debate, ¡vive Dios! Creo que lo he demostrado a lo largo de estos años. No hay nada que me guste más que un buen debate. Yo estoy dispuesto a debatir sobre política con leonesistas y con quien se ponga por delante.

—Como médico sabe perfectamente lo riguroso qué es el procedimiento para crear una vacuna nueva. ¿Confía de verdad en estas vacunas que nos están adelantando ya?

—Yo confío plenamente en la ciencia. Creo que es una de las cosas que deberíamos recuperar. He defendido durante cuatro años la postura de mi partido a favor de la ciencia, en contra de los antivacunas, en contra de quienes intentan alimentar temores infundados... Creo que las vacunas tienen un sistema de ensayo clínico de control y estoy seguro de que las autoridades europeas que tienen que aprobar el uso de estas vacunas, van a tener en cuenta todas estas consideraciones a las que nos obliga el método científico. Dicho esto, lo que tenemos que hacer es ser transparentes. Nuestra intención es contar qué porcentaje de población hemos vacunado, los efectos adversos si los hay... Cuanta más transparencia menos lugar hay para el temor y las especulaciones. En esto también procuraremos ser los más transparentes porque creemos que en esto nos jugamos mucho.

El vicepresidente, en su despacho durante los primeros momentos de la entrevista telemática. JCYL

—¿Cómo está siendo la planificación sanitaria después de esta pandemia?

—Ha habido una mesa de Atención Primaria en la que se ha estado trabajando estos tres meses y se han llegado a unas conclusiones que se van a hacer públicas. Son la base de la reforma. De esa mesa se levantó el PSOE después de hacer once propuestas de un total de 150 puntos. Ellos sabrán por qué se levantaron pero los demás se quedaron. Se redactó un documento y nos va a servir para hacer la reforma. Ese documento tiene muchas de las cosas que nosotros decíamos con aportaciones importantes por parte de expertos de otros partidos. La reforma va a empezar porque es una urgencia. En eso todos deberíamos estar de acuerdo. Es una cuestión de subsistencia. Quienes plantean que la única estrategia en Atención Primaria es blindar lo que hay están engañando a la población. Además de mostrarse como conservador nato está haciendo una propuesta que él sabe que es inviable. Por tanto está engañando a la población.

—¿Cómo le ha sentado el nombramiento de Gemma Villarroel como coordindora de Cs en Castilla y León, el oficialismo con el que usted es crítico?

—¿Quiere una repuesta maligna o políticamente correcta?

—Maligna.

—A Gemma le tengo mucho aprecio personal, aunque con distintos pareceres. Ella se decantó claramente. Lo normal en un partido centralista que ha tomado una decisión de centralizarse aún más y de que todo el poder venga de la Ejecutiva que a la vez ha nombrado la presidenta. Gemma es trabajadora y leal a su manera de entender el partido, que no es la mía. Sigo pensando que no es bueno el cesarismo, es una catástrofe. Políticamente está arruinando a los partidos y está permitiendo que crezcan los movimientos territoriales porque la gente se desliga. Políticamente para mí, no es buena medida. Políticamente es mala y para todo. Yo soy respetuoso con los resultados pero también soy terco de cojones. ¿Qué me parece Gemma Villarroel? Razonable, dentro de esa estructura de partido y las personas que han tomado la decisión. ¿A mí me parece que se podría trabajar más por la integración? Sí, pero no me quita el sueño y voy a seguir diciendo lo que pienso. Gema sabe, cuando me llama, y hablamos mucho, lo que pienso, y también lo sabe todo el grupo de procuradores. El modelo de partido que se ha elegido no me gusta. Yo lo acepto, trabajo, porque creo que el partido es el programa que ofrece a los españoles, que ofrece a los ciudadanos de la Comunidad. Hablo con Gema y le deseo la mejor suerte del mundo.

—¿Ve a Gema Villarroel de número dos del PP en las próximas elecciones?

—¿A Gema Villarroel? Creo que es la portavoz de Ciudadanos. Mire, este partido tiene mucho futuro y vamos a trabajar todos para que en las próximas elecciones haya una buena candidatura que recoja el trabajo y el esfuerzo de quienes hemos estado. Cometeríamos un gravísimo error si no llegásemos a las siguientes elecciones reivindicando el cambio que ha supuesto la entrada de Ciudadanos en la Comunidad. Se pueden decir muchas cosas pero no que no haya habido un cambio. Lo que tengamos como herencia política es lo que hayamos hecho en la Junta y eso es por lo que nos van a juzgar. Si perdemos eso de vista estamos equivocados. Nuestro capital será lo que hayamos hecho.

Cs y Región Leonesa
«Los que votaron la moción deben saber que somos un partido jacobino, poco partidario de lo identitario»

—Tras las primarias, ha sido más contemporizador. ¿Qué fue lo que cambió? ¿Le prometieron a usted cierta autonomía en la Junta para no seguir ahondando en el pucherazo?

—Uno, creo que la Justicia debe determinar lo que ocurrió. Se cerró un proceso. No hay ninguno más. Es una garantía y debe resolver esto. A mí no me gusta que no se hagan trampas. Sea aquí, o sea en Murcia. No he cambiado nada, y nada es nada. Si alguien pregunta, yo contesto. Sobre si me han ofrecido autonomía o no, en este momento soy el vicepresidente de Castilla y León. No soy el vicepresidente de Ciudadanos de la Junta. El gobierno autónomo es autónomo y gestiona programas. Tú llegas a un acuerdo programático y lo intentas llevar adelante. A quien rendimos cuentas es al parlamento de Castilla y León; yo no rindo cuentas al partido. A quien me debo es a los votantes, que nos votaron con nuestro programa y a quienes nos votaron dentro de las primarias. En eso no he cambiado ni poco, ni mucho ni nada, ni me han dicho que cambie. Y no lo haría.

—¿Y no tiene la sensación, por eso mismo, ser el pararrayos del presidente Mañueco?

—Soy el portavoz. Hay quien piensa que un gobierno de coalición es un gobierno de Miss España. A ver quién es más guapo de los dos. Y yo no lo entiendo así. Un gobierno es una cosa muy seria, que gestiona un presupuesto: La educación de todos, la sanidad de todos… Aquí hay que funcionar, una vez que se eligen las reglas de juego, como uno sólo. Que llevo… Sí. Salgo a dar la cara todos los jueves. Y es normal que la gente me identifique, y a mí me gusta. Tiene cosas malas y también buenas. He sido leal con el presidente y él lo ha sido conmigo. No recuerdo ninguna vez que nos hayamos desautorizado. Trabajamos juntos porque así entendemos la Comunidad. Repito, hay gobiernos que han organizado concursos de misses, a ver si soy más progre, a ver si mis votantes me reconocen… Ese es un mensaje. Un gobierno tiene que dar una imagen de que hay un sentido, una línea; no si eres más liberal, menos de Podemos... Eso es un desastre, una falta de criterio en un gobierno de coalición. Lo que estamos intentado en esta Comunidad es demostrar que hay un gobierno de coalición de manera cohesionada, manteniendo cada uno nuestra ideología.

—Sobre política nacional, usted siempre ha defendido que trabaja para el ciudadano, para el votante. ¿Qué opinión tiene sobre la política que ha llevado, sobre todo en los Presupuestos, Inés Arrimadas, con esa intención permanente de pactarlos para luego salirse de ese acuerdo porque estaba firmado con Bildu, ERC y Podemos? No sé si piensa que el votante se lo va a hacer pagar a Ciudadanos y va a tener una pérdida de votos cuando haya que ir a las urnas.

—No dicen eso las encuestas, pero no hay que fiarse de las encuestas. No valoran mal la gestión de Inés. Estoy de acuerdo con el esfuerzo que hemos hecho. Es demostrar que es Pedro Sánchez quien toma la decisión. Y la toma libremente y porque quiere. Hubiera sido un gran esfuerzo cuando teníamos 50 escaños y sumábamos 180. Ese día es el día que teníamos que haber hecho ese esfuerzo. El día que alguien dijo: Porque Igea y otros tres quieren pactar con el PSOE. Ese día es el que se hubiera tenido que hacer ese esfuerzo que hubiera hecho visible quien es Pedro Sánchez y con quien quería pactar. Ese día nos levantamos de la Ejecutiva seis personas. Cuatro votamos en contra. Alguien dijo que no iban a cambiar por Igea y otros tres. Al menos hubiéramos logrado que la gente hubiera ido a las urnas sabiendo lo que realmente era Pedro Sánchez y con quien quería pactar. Por tanto, estoy de acuerdo con lo que se ha hecho ahora; me hubiera gustado que hubiera sido antes pero agua pasada no mueve molino. Es un esfuerzo que se ha hecho correcto y espero que para los militantes, los diputados, haya sido útil y esencial.

—La consecuencia fue pasar de 50 a 10 diputados. ¿Y ahora? ¿pasar de 10 a cero?

—Yo no creo que vayamos a desaparecer. Lo que se ha hecho es marcar un camino. Una parte importantísima del centro izquierda de este país está huérfana. No lo digo yo; lo dice Felipe González y muchos militantes y exaltos cargos del PSOE. Hay un espacio para quienes creen en la igualdad, en el beneficio de la socialdemocracia, de una sanidad pública gestionada eficaz. Los que no creen en la caverna del territorio, los que no creen en el nacionalismo y piensan que ceder a eso es poco progresista. No hay nada menos progresista que el conservadurismo, que un partido como el PNV, que atado al pasado como el nacionalismo catalán, en su versión desde el egoísmo burgués de la burguesía catalana. No tiene nada que ver con la progresía y ahí hay un hueco enorme en el centro izquierda en el que Ciudadanos tiene que jugar si quiere mantener un mensaje de progreso, libertad y europeísmo, que es el mensaje de CS. Creo que ese hueco se ha abierto porque Pedro Sánchez se ha tirado claramente al lado populismo, del peronismo, de una manera de hacer política que nada tiene que ver con el sentido democrático. Pablo Iglesias, Irene Montero, Bildu son populistas, nacionalistas… No tienen nada que ver con la socialdemocracia. Hay que trabajar con decisión.

—¿Usted piensa, como más gente, que su carrera política acabará con la legislatura?

—No me preocupa. Mi carrera política acabará cuando me muera. Me he dedicado a la política desde que estudiaba Medicina, si entiendes como política ocuparte de algo más que de lo tuyo. En la Facultad, en el mundo… Me he pasado mi vida hablando, escribiendo, opinando… Los que piensen eso ya pueden ir sentándose, acabará cuando me muera, que espero que sea un poco más allá de esta legislatura.

 

LEÓN PREGUNTA

CARMEN MALLO. Presidenta del GAL Cuatro Valles

¿Qué fondos van a recibir los pequeños municipios para compensar la gestión de competencias impropias durante la gestión de la pandemia y la prestación de servicios extraordinarios?

—No los que van a recibir, sino los que ya han recibido. De hecho, somos una de las pocas comunidades que ha aportado fondos extraordinarios a los municipios. Miren a ver cuántas. Insisto. La crisis es sobre todo una crisis de gasto y social. Más de mil millones dedicados a afrontar la crisis. Hay que recordar qué parte es la parte que ha generado la crisis. Gasto sanitario, transporte, gasto social…

 

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