El cierre de la hostelería dispara el número de trabajadores afectados por un Erte

El cierre parcial de la hostelería, que solo puede servir a domicilio o bajo pedido previo desde el pasado viernes 6 de noviembre, ha disparado en la provincia el número de trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo. Según los datos que comparte la Junta, León tenía el día antes de que entrara en vigor esta restricción a 1.500 personas y a 342 empresas inmersas en un Erte.

Una semana después, el día 12, cuando se hizo la última actualización, esta cifra se elevó hasta los 3.643 afectados y 1.055 compañías involucradas, lo que supone un incremento del 142,8% en apenas cinco jornadas. El sábado y domingo no tramitan ninguna solicitud.

Solo Valladolid, con un tejido productivo bastante más sólido, absorbe un impacto ligeramente superior en cuanto a los trabajadores en Erte (3.837), aunque el golpe se atenúa si se comparan las empresas que han realizado ajustes en el último mes y medio: 1.055 frente a las 976 de la capital castellana. Burgos, con 3.508 trabajadores y 773 sociedades, además de Salamanca, con 2.839 y 679, respectivamente, son las otras provincias más castigadas de la Comunidad, que en su conjunto arrastra 5.076 expedientes laborales de este tipo desde el 1 de octubre, cuando entró en vigor la nueva prórroga. En total los sufren 21.673 empleados por cuenta ajena, el 16,8% de León.

Si bien, el volumen de Ertes presentados ha bajado de forma exponencial en esta segunda ola de la covid. Nada que ver con los más de 22.000 leoneses que en abril, cuando la población estaba confinada, vieron reducida su jornada de forma total o parcial para mitigar los efectos de la pandemia en la cuenta de resultados. En ese mes se contabilizaron 6.252 empresas que recurrieron a esa fórmula. Hoy hay 1.055. La patronal achaca ese descenso tan pronunciado a la cláusula que les obliga a mantener el empleo durante los seis meses siguientes al Erte. Han pedido su derogación, además de otro tipo de medidas, como la ampliación de los créditos ICO, bajada de impuestos o moratorias en los alquileres.

Las peor paradas, de nuevo, son las del sector servicios, especialmente las que se dedican a la hostelería y al comercio, que concentran el 55,8% de todos los expedientes que se han aprobado en León desde que se decretó la emergencia sanitaria. También se ceba con estas dos actividades el paro, que asfixia, según los datos publicados en noviembre, a 31.914 leoneses, 834 más que un mes antes. Donde más creció, otra vez, fue en el sector servicios, que añadió otros 507 desempleados para alcanzar los 21.434 parados en total.

El confinamiento, las restricciones a la movilidad y el cierre parcial de miles de negocios han desplomado el consumo y anuncian un principio de año muy complicado, según advierten tanto desde el mundo empresarial como desde las organizaciones sindicales.

De hecho, algunas empresas ya han empezado, incluso, a devolver las bonificaciones de los primeros expedientes de regulación temporal de empleo para poder despedir cuanto antes. Los números no salen. Muchas no los han renovado, como acredita ese descenso tan llamativo de los Ertes presentados desde el 1 de octubre, cuando se ampliaron por el Gobierno.