El cierre de Jupiter Bach pone fin a la era del sector eólico en el polígono de Villadangos

Los lazos del polígono de Villadangos con el sector eólico tienen fecha de caducidad después de que la dirección de la empresa Jupiter Bach avanzara ayer al comité de empresa que la factoría, especializada en la fabricación de carcasas de fibra de vidrio para los motores de los molinos eólicos, cerrará sus puertas el 31 de diciembre. El ya débil sector industrial de la provincia suma así un nuevo varapalo con el despido de los 52 trabajadores que ahora integran la plantilla de la fábrica.

El cierre de Vestas en 2018 ya generó la primera crisis en Jupiter Bach, multinacional también de origen danés y que era una empresa auxiliar de la fábrica de palas eólicas, que planteó entonces un ERE a los trabajadores. Ahora, tres años después, la compañía argumenta que «la situación financiera es insostenible ante la previsión del poco volumen de trabajo que se prevé recibir en 2022», con lo que anuncia el cese de la actividad productiva, según explicó el presidente del comité de empresa, Laureano Alonso.

«Los trabajadores llevamos demostrando nuestra capacidad productiva y buen hacer dentro del sector eólico, por lo que no es de recibo poner fin de manera dramática este proyecto empresarial», señalaron desde el comité de empresa, para añadir que el personal «está muy cualificado» y que la empresa podría ir más allá del sector eólico ante la alta demanda de elementos de fibra de vidrio y «buscar nuevos mercados».

La compañía, con 1.350 empleados cuenta con factorías en Dinamarca, Estados Unidos, China, Polonia y Lituania, además de la de Villadangos del Páramo en España, y ha fabricado ya más de 60.000 aerogeneradores para todo el mundo. A pesar de que desde este periódico se intentó ayer contactar con la dirección tras la alerta lanzada por el comité de emresa, desde Jupiter Bach rechazaron hacer declaraciones y apuntaron que todas las informaciones con los trabajadores se harán a través del canal interno habitual.

La compañía danesa desembarcó en Villadangos en 2009, según apuntaron los propios trabajadores, que recuerdan que Vestas fue uno de sus principales clientes hasta su cierre en 2018. En agosto de ese año, la factoría de palas eólicas confirmó el cierre de su fábrica en Villadangos del Páramo con una plantilla de 362 trabajadores. Vestas llevaba entonces doce años en León y alegó que el cierre formaba parte de la estrategia industrial y comercial de la compañía, tras la decisión tomada en firme por el consejo de administración en Copenhague para lograr seguir siendo competitiva en un mercado eólico global en plena expansión.