Las cofradías promueven bajar la Virgen del Camino en romería hasta la Catedral

Las cofradías y hermandades de la Semana Santa de León se plantean la posibilidad de bajar en romería a la Virgen del Camino hasta la Catedral de León cuando haya concluido la pandemia, en una suerte de acto de acción de gracias por los favores recibidos durante la pandemia que se celebraría cuando hayan finalizado los efectos del virus.

Esta opción ya se había planteado el año pasado, en la confianza de que los efectos de la situación sanitaria. Pero la prolongación de las complicaciones obligó a postponer la intención, que ahora recupera vigencia.

José Antonio Fresno, vicepresidente de la Junta Mayor de León, se refirió a este asunto en su alocución con ocasión de la Misa de Acción de Gracias que ayer se celebró en el Santuario de la Virgen del Camino, conmemorando el Domingo in Albis: «Voy a poner en mis labios el deseo oculto y silenciado de las cofradías y hermandades, de la Junta Mayor, y, seguramente de muchos leoneses. Cuando toda esta pesadilla haya terminado, el pueblo de León, tus hijos, estamos deseando verte, de nuevo, en las calles de la ciudad y en nuestra Catedral, para extender tu manto protector sobre esta tierra que te implora y te aclama como Reina y Madre del pueblo leonés».

La patrona de la región leonesa y regidora perpetua de la ciudad de León sería trasladada desde el Santuario hasta la Catedral en una suerte de romería de carácter popular. Los detalles y la fórmula están por determinar, en tanto en cuanto primero se quiere tener la certeza de la finalización de la infección masiva para no repetir la situación del año pasado y la decepción por no poder celebrar el evento.

A la Misa de Acción de Gracias asistieron el alcalde de León, José Antonio Diez, el presidente de la Junta Mayor, Manuel Ángel Fernández y los abades, presidentes, hermanos mayores, maestres y mayordomos de las penitenciales y sacramentales de León. El reverendo Manuel Fláker recordó en la homilía que la acción de agradecimiento «se relaciona con el hecho de haber podido celebrar la Semana Santa como lo era en sus orígenes, cuando no había procesiones».

Fláker ensalzó «la creatividad que han tenido los actos» que han provocado «a todos» que haya sido necesario «un esfuerzo mayor que si hubiera habido procesiones». Celebró el reverendo que la Semana Santa concluya «igual que se inició, a los pies de la Virgen», subrayó.