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«Construcción, servicios y empleo animan el crecimiento en León»

JORNADA DE DEBATE:

JORNADA DE DEBATE: " PRESPUESTOS GENERALES: LEÓN EN LA ENCRUCIJADA " ORGANIZADA POR LA FEDERACIÓN LEONESA DE EMPRESARIOS ( FELE ) Y DIARIO DE LEÓN CON LA COLABORACIÓN DE ESPAÑA DUERO

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En un escenario de ralentización económica y riesgos procedentes sobre todo del exterior, sin desatender la incertidumbre interior que amenaza las decisiones políticas estructurales, la economía leonesa ha mejorado en los últimos meses sus previsiones económicas. El dinamismo inmobiliario, el crecimiento de los servicios y la evolución del empleo animan este crecimiento, que tiene en el turismo uno de los grandes potenciales de futuro y en la apuesta por los servicios de mayor valor añadido una oportunidad para apuntalar la creciente terciarización de la economía. Mientras, el sector terciario sigue sin despegar y la industria es todavía una asignatura pendiente de la economía leonesa. Envejecimiento y despoblación son dos factores determinantes para sentar las bases del futuro económico local.

Son algunas de las reflexiones de Felisa Becerra, economista de Analistas Económicos de Andalucía, la entidad que estudia al detalle la economía de las provincias de Castilla y León para elaborar los informes de coyuntura que publica Unicaja Banco. Esta tarde comparte el conocimiento que tiene de la economía provincial y autonómico en La economía de León a debate.  

— Los organismos han pasado de hablar de desaceleración a advertir de una nueva crisis. ¿Comparte este pronóstico?  

—Aún es pronto para confirmarlo. Es cierto que la mayor parte de los indicadores más recientes reflejan una ralentización en el ritmo de crecimiento de la actividad y el empleo, y que los riesgos se inclinan a la baja. La elevada incertidumbre está asociada principalmente a las tensiones comerciales, pero también las geopolíticas y el proceso del Brexit están afectando a la economía. De materializarse todos estos riesgos obviamente la economía se resentirá.  

—¿Están las familias y las empresas preparadas para afrontar una nueva recesión?  

— Siempre es complicado afrontar una recesión, y más aún después de otra reciente que ha tenido un fuerte impacto sobre la producción, el empleo y la renta. Sí puede decirse que la situación ahora es algo más favorable. El endeudamiento de los hogares y las empresas se ha reducido notablemente en los últimos años, y es incluso inferior al previo a la anterior desaceleración, hasta el punto de que la deuda de los hogares en términos de PIB es muy similar al promedio de la Zona Euro (58,4% y 57,5%, respectivamente) y la de las empresas es inferior (94% y 107,9%). No obstante, si el empleo se resiente, podría tener impacto sobre las familias e incidir en la demanda y en las empresas.  

—¿Cuáles son las principales amenazas e incertidumbres que afectan a la economía?  

— Las tensiones comerciales y las amenazas proteccionistas están siendo el principal foco de incertidumbre para el crecimiento económico, unas tensiones que están afectando gravemente al comercio mundial, especialmente al sector manufacturero, que está más vinculado a las transacciones comerciales. Pero también el proceso del Brexit, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y las tensiones geopolíticas están provocando una elevada incertidumbre. Recientemente el Banco Central Europeo ha revisado sus expectativas sobre la evolución del precio del petróleo, considerando que los precios podrían ser en el conjunto del año algo inferiores a lo previsto hace tres meses; sin embargo, el ataque a una refinería saudí ha disparado los precios, que son ahora más de un 10% superiores a los de finales de agosto.  

— ¿Qué efectos tiene la inestabilidad política nacional en el crecimiento económico?  

— Obviamente la inestabilidad nunca es buena para la actividad económica y el empleo, pero es complicado determinar hasta qué punto el crecimiento se está viendo afectado por ella o son otros factores, fundamentalmente los externos, los que están incidiendo en su trayectoria, o ambas cosas. La economía española continúa creciendo a mayor ritmo que las principales economías de Europa, pero la desaceleración ha sido algo más intensa de lo que se había estimado inicialmente, según los datos que hemos conocido recientemente. Al margen del impacto del deterioro del contexto internacional, también la inversión podría estar viéndose afectada en cierta medida por esta inestabilidad, incidiendo en la trayectoria del empleo y el consumo de las familias.  

—La sucesiva falta de Presupuestos Generales del Estado ¿cómo influye en la marcha económica? ¿Y de las familias y empresas?  

—Los presupuestos de por sí reflejan una estabilidad necesaria para la marcha de la economía, y, por tanto, para las familias y las empresas, ya que establece las líneas por las que discurrirán las actuaciones de la Administración. No obstante, hay que tener en cuenta que más de la mitad del gasto de las cuentas se destina a pensiones y prestaciones básicas, por lo que sus efectos en principio pueden ser limitados a corto plazo, No obstante hay que tener en cuenta que, a más largo plaz,o los presupuestos pueden tener una mayor incidencia, por cuanto suponen para la puesta en marcha de políticas más estructurales, relativas por ejemplo a las infraestructuras, el envejecimiento…  

—En el caso de León, ¿qué sectores son los que tiran fundamentalmente de la economía, y cuáles son sus perspectivas?  

—En general, los servicios y la construcción son los sectores que están mostrando un mayor dinamismo, en tanto que la industria y la agricultura se muestran más débiles. El sector servicios es el que tiene una mayor relevancia para la provincia, aportando más del 70% del Valor Añadido Bruto (VAB) -Producto Interior Bruto menos impuestos sobre los productos- de la economía leonesa, una participación incluso superior al promedio regional. Por su parte, esta es una provincia donde las ramas extractivas, energía, etcétera, suponen casi la mitad del VAB industrial, un porcentaje muy superior al del conjunto regional. Se espera que los servicios, y dentro de estos especialmente la actividad turística junto con la construcción mantengan su ritmo de crecimiento, aunque algo más moderado que en trimestres anteriores, puesto que las expectativas para el sector agrario y la industria son algo más desfavorables.  

—Entre los que tienen más potencial ¿qué medidas sería recomendable tomar para impulsarlos?  

—Es difícil precisar medidas porque cada sector tiene sus propias particularidades, aunque hay algunas de carácter transversal que afectarían a todos y que se hacen especialmente necesarias para conseguir sectores más competitivos y resilientes, como es el caso de la apuesta por la digitalización, la innovación, la calidad,...  

—¿Qué previsiones tienen para la evolución del PIB de la provincia de León, y en qué se basa esta previsión?  

—Nuestras estimaciones señalan que la actividad económica de la provincia podría crecer este año en torno al promedio regional (2,2%), apoyándose en la evolución positiva que muestran los indicadores ligados a la actividad inmobiliaria, la favorable trayectoria de la actividad turística y la evolución del empleo.  

— Según sus informes, hasta hace muy pocos trimestres la economía leonesa crecía a la cola de la Comunidad y en los últimos meses está entre las que más crecen. ¿A qué se debe este cambio de tendencia, y cómo prevé que evolucione?  

—En los últimos trimestres los indicadores de la provincia han mejorado. La afiliación a la Seguridad Social sigue creciendo y el empleo, según la Encuesta de Población Activa, ha aumentado a mayor ritmo en la provincia que en el conjunto de Castilla y León (3,7% y 0,4%, en términos interanuales, respectivamente, en el segundo trimestre del año). Además, las compraventas de viviendas, la demanda turística, especialmente la nacional, o los indicadores de demanda están mostrando una evolución algo mejor en la provincia, aunque estos últimos sí que muestran una ralentización.  

— El crecimiento de las provincias de Castilla y León parece cada vez más polarizado, ¿por qué y qué consecuencias puede tener para el conjunto de la autonomía?  

—Es cierto que hay provincias que vienen mostrando una mejor evolución en términos de crecimiento, como es el caso de Valladolid o Salamanca, pero también es cierto que en ámbitos territoriales de menor dimensión, la evolución suele ser muy dispar, y provincias que el pasado año no tuvieron un buen comportamiento pueden ser otro año las más dinámicas. Todo depende de su estructura productiva y de la incidencia de otros factores, como el contexto internacional.  

— El empleo y la afiliación crece en la provincia, aunque analizando la población tanto activa como inactiva hay más de efecto estadístico de pérdida de población que de creación de puestos de trabajo. ¿Comparte este pronóstico?  

—No exactamente, habría que puntualizar. La creación de puestos de trabajo se produce de hecho, lo que sí puede ocurrir es que la pérdida de población activa tenga un efecto estadístico positivo sobre la cifra de parados: si disminuye la población activa, el paro desciende en mayor medida que lo que supone el crecimiento del empleo. De hecho, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa reflejan lo contrario. En el segundo trimestre de 2019, León ha sido la provincia de Castilla y León (junto con Segovia y Valladolid) donde más ha crecido el número de activos (la provincia cuenta con 9.400 activos más que a mediados de 2018), aumentando el empleo en 6.600 ocupados.  

—Una economía más dependiente del sector terciario ¿implica más precarización del mercado laboral?  

—No tiene por qué ser así. Si la economía se especializa en ramas de alto valor añadido o se quiere apostar por la calidad y la diferenciación, la precarización no tendría sentido, por cuanto supone, además, en términos de productividad y competitividad.  

—¿Qué efectos tiene el envejecimiento en el futuro económico de la provincia?  

—Quizá el efecto más evidente sea el relativo al mercado de trabajo, ya que la tasa de dependencia, la relación entre la población mayor de 65 años y la población en edad de trabajar, aumenta. No obstante, este es un rasgo que está afectando al conjunto de España, de forma que el envejecimiento tiene también sus implicaciones sobre el sostenimiento del sistema de pensiones, al margen de que se espere un aumento de otros gastos asociados a la atención a las personas de mayor edad, como los sanitarios, dependencia…  

—¿Existe una fórmula para asegurar el sostenimiento del sistema de pensiones?  

—No creo que haya una fórmula mágica, y por ello considero que es necesario afrontar este tema con rigurosidad y seriedad. Es obvio que el sostenimiento pasa por tener un mayor volumen de ocupados que pensionistas, y, para ello, son necesarias políticas de carácter estructural que incentiven la participación laboral y fomenten la natalidad (medidas fiscales, vivienda, conciliación...), al margen de las propias reformas del sistema que atiendan por ejemplo a la nueva realidad demográfica. Hay que recordar que a finales de 2007 había en España 2,7 afiliados por cada pensionista, y ahora hay unos 2,3.  

—¿Qué consecuencias tiene para la economía la España vacía?  

—Considero que este problema no solo hay que abordarlo desde la perspectiva de la España vacía, sino que hay que tener en cuenta que una España vacía y un medio rural sin población supone la concentración de población en áreas urbanas, con las dificultades que la gestión de las altas concentraciones puede conllevar. Estas concentraciones suponen problemas medioambientales, tiempos de desplazamientos mayores (con sus implicaciones sobre la productividad y competitividad de las empresas), mayor esfuerzo de acceso a la vivienda,... Creo que el mantenimiento de la población en el medio rural y en áreas menos pobladas es esencial para el equilibrio territorial, al margen de los beneficios ligados al mantenimiento de un medio rural dinámico, como son los relativos a la protección del medioambiente, economía sostenible, provisión de alimentos,...  

—Las provincias de Castilla y León siguen una evolución económica dispar. ¿Es una Comunidad a dos velocidades?  

—No creo que sea bueno hablar de dos velocidades. Obviamente, en un territorio tan amplio y heterogéneo es difícil que la actividad económica siga siempre una evolución similar, ya que son muchos los factores que inciden en la evolución de la producción y el empleo. En mi opinión, hay que atender a las particularidades de cada provincia y apostar por las potencialidades de cada una, sin olvidar que la colaboración y las sinergias pueden tener un papel relevante en el crecimiento y desarrollo económico.

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