«No contemplo quedarme en León, donde apenas tenemos oportunidades»

Javier Fernández Pozo tiene 24 años y está en el paro. Antes de que la pandemia redujera aún más las posibilidades de encontrar trabajo en León fue camarero y vendedor de seguros, entre otras cosas. Encadenó varios contratos temporales hasta que decidió formarse y se apuntó el año pasado al curso de cocina del Ildefe (Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo). Ya ha completado la parte teórica y está en el periodo de prácticas.

Cuando acabe, hará las maletas y se irá fuera de España. Asume que no podrá desarrollar su actividad profesional en su tierra, cerca de la familia y los amigos. «No encontré un trabajo que me convenciera y decidí apuntarme al curso. No contemplo quedarme en León, donde apenas hay oportunidades para la gente joven. Tenemos la opción de irnos fuera durante tres meses y mi idea es trasladarme a Dinamarca a completar la formación. Aprenderé otro idioma y si puedo me instalaré allí, donde hay mejores condiciones», explica Javier Fernández Pozo, que reconoce un panorama «muy complicado», agravado por la emergencia sanitaria. «Aquí no hay industrias y casi todo depende de la hostelería, el sector más afectado por el covid», lamenta este joven leonés, que, como tantos otros, tendrá que separarse de los suyos para poder desarrollar su profesión en un entorno digno.

«Hemos sido los primeros en perder nuestros empleos porque teníamos contratos precarios o temporales. Cuando vamos a las entrevistas nos piden experiencia laboral y eso es imposible si estás empezando tu carrera», subraya Javier Fernández, quien confía en que las cosas mejoren y en unos cuantos años pueda volver a casa. «Ahora mismo no es posible», añade.