El corredor que el estado de alarma dejó diezmado de trenes

León-Ponferrada en tren acumula un repertorio de incidencias que transciende a la alternativa emergente de cubrir el servicio por asfalto. Las propias condiciones técnicas de la vía causan parte de los desajustes proporciona el enlace, con una demanda en declive por las consecuencias inevitables que acarrea la despoblación en la zona de influencia de este servicio.

Renfe acaba de señalar dos nuevas oportunidades de desplazamiento por este corredor (el único en el que da señales de vida el tramo de las conexiones de cercanías en la provincia leonesa) que se envuelven con franjas horarias transitorias, y se establecen entre los motivos de la desescalada; uno, se sustenta en ferrocarril, y emprende a las cinco y cuarto de la mañana en la estación de Ponferrada un recorrido que concluye en Madrid a las nueve y siete minutos; a las ocho y veinte de la tarde reemprende la marcha desde la capital de España y está de vuelta en el corazón del Bierzo pasadas las doce y media de la noche.

Así continuará hasta que se restablezcan los servicios y horarios que existían con anterioridad al confinamiento, al estado de alarma, que ha diezmado las frecuencias posibles en esta conexión al oeste de León, esencial para los trenes transversales y para la periferia del noroeste del país.

En ese recuento de pérdidas sobresalen las ausencia de los trenes hotel, que tienen un panorama complicado por delante para regresar a las vías, después de que la misma compañía ha reconocido que el volumen de pérdidas obligará a reajustar algunas frecuencias. El tren hotel entre Galicia y Barcelona disfrutada de una alta afluencia de viajeros, especialmente en épocas estivales y próximas a los periodos festivos o de vacaciones. Hay recesión de oferta porque se han perdido conexiones del Alvia. El regreso de la circulación de los regionales no satisface la exigencias del personal; y tampoco de los viajeros, a tenor de la demanda registrada.