Diario de León

Economía

El covid devora 11.800 empleos y el mercado laboral de León es ya el más frágil de España

La provincia perdió 15.500 activos en 2020 y los que no trabajan superan ya a los que lo hacen o pueden hacerlo

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León

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Casi 12.000 empleos devorados por el covid. El año de la pandemia deja un reguero de damnificados en la provincia, que cerró 2020 con menos ocupados (168.700) y menos personas activas (191.900), síntoma inequívoco del impacto devastador que ha tenido el coronavirus sobre el mercado laboral de León, el más flojo de España, solo por detrás de Orense.

La Encuesta de Población Activa correspondiente al cuarto trimestre del pasado ejercicio, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística, coloca a la economía leonesa a la cola de la recuperación por su dependencia del sector servicios, el más golpeado por la crisis y aún con muchas restricciones activas.

Las cifras son elocuentes, a pesar de que el número de parados descendió hasta los 23.200 en los meses de octubre, noviembre y diciembre. Hay 7.200 menos que el trimestre anterior, más laxo en cuanto a las limitaciones. En relación a 2019, la bajada que anotó el INE fue de 3.800. Sin embargo, es un dato engañoso que se explica por el pronunciado descenso que ha experimentado el número de personas activas, es decir, las que tienen más de 16 años y están en edad de incorporarse al mercado laboral. En este rango aparecen solo 191.900 leoneses, 15.500 menos que antes de la emergencia sanitaria y 9.000 menos respecto a los meses de verano. En cambio hay 203.600 inactivos. Además, la EPA tampoco incluye entre los parados a los 6.718 trabajadores que continúan en Erte. Aparecen como ocupados. Aún así, la tasa de actividad está ahora en el 48,51%, tres puntos menos que en 2019. Es la segunda más baja del país, solo por detrás de Orense (47,19%).

Menos parados

León cerró 2020 con 3.800 parados menos, aunque la EPA no incluye a los 6.718 trabajadores en Erte

Además, en los últimos tres meses de 2020, cuando las autoridades endurecieron de nuevo las medidas para contener al virus, se destruyeron 1.800 empleos. Pero el balance anual es mucho peor. La pandemia acabó en ese periodo con 11.800 puestos de trabajo, lo que rebajó la tasa de empleo hasta el 42,66%, la más baja de la Comunidad y una de las peores de toda España. Solo Cádiz, Granada, Ceuta, Jaén, Orense y Las Palmas están por detrás de la provincia, que cuenta con 168.700 ocupados.

Nada que ver con los datos del primer trimestre, cuando la pandemia todavía estaba en una fase incipiente. Por aquel entonces había 170.500 personas en esa situación y la tasa de actividad superaba los cincuenta puntos porcentuales, aunque la del paro alcanzó el 15,1%, frente al 12,07 del cuarto trimestre. A pesar de ese descenso, sigue como una de las más elevadas de la Comunidad, justo por detrás de Ávila (16,06%) y Salamanca (15,75).

Si bien, la escasa capilaridad del mercado laboral en la provincia y el envejecimiento endémico de la población, con más de 144.000 pensionistas, sitúan a León a la cola de prácticamente todos los indicadores, que acreditan lo que ha venido demandando la sociedad leonesa desde hace tiempo: hace falta un plan de rescate que equilibre la balanza porque si no va a ser imposible recuperar el empleo que ya se ha comido el covid, sobre todo en la hostelería y el comercio, principales paganos de la emergencia sanitaria en términos económicos.

De todas formas, la cifra de personas ocupadas, o con contrato en vigor, cayó en todos los sectores, con la única excepción de la construcción, que sumó 3.900 activos en todo el año, 2.200 más que en el tercer trimestre. Agricultura perdió 3.400 y 3.600, respectivamente; industria, 8.500 y 1.900, mientras que en servicios se destruyeron 3.800 empleos respecto a hace un año. El dato positivo es que hubo 1.500 más que entre julio, agosto y septiembre, aunque la mayoría de los leoneses en un expediente de regulación temporal de empleo pertenecen a este sector.

Ante este escenario, la patronal defiende un cambio de rumbo en las medidas que se han aprobado porque —entienden— no han dado ningún resultado. «Sigue siendo urgente que se ejecuten las diferentes partidas contempladas en el plan de choque para favorecer el empleo de las personas y la viabilidad de las empresas y colectivos más afectados por esta situación. Es imprescindible seguir intensificando la colaboración público–privada para plantear soluciones adaptadas a la realidad y problemática de las empresas como la vía más adecuada para avanzar en la recuperación», subrayó la Fele en un comunicado nada más conocerse la EPA.

Desde el CEL reclamaron también que «cambien la naturaleza de las medidas» que imponen las autoridades. «Necesitamos ayudas directas y estímulos sectoriales para las actividades más castigadas. De lo contrario, los problemas de liquidez acabarán convirtiéndose en problemas de solvencia y la crisis acabará destruyendo a un gran número de empresas y de puestos de trabajo que será imposible recuperar», avisaron.

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