Diario de León

Empleo

El covid dispara hasta el 37,7% la tasa de paro entre los menores de 25 años

El desempleo baja veinte puntos entre los de más edad, aunque se ceba con los mayores de 45

Javier Fernández Pozo, alumno en paro del programa de cocina que promueve el Ildefe. DL

León

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El impacto laboral de la pandemia lo sufren especialmente los menores de 25 años. Fueron los que primero perdieron su trabajo cuando la emergencia sanitaria aún estaba en una fase incipiente y es en ese tramo de edad donde más contratos temporales se firman. Superan el 90% de los acuerdos.

Ambas circunstancias dispararon la tasa de paro juvenil hasta el 37,7% en el mes de enero, trece puntos más que en el mismo periodo de 2019 y muy por encima del índice de desempleo que asoma en el resto de edades. Según la EPA del cuarto trimestre del ejercicio anterior, la última que publicó el Instituto Nacional de Estadística, hay en León 7.900 menores de 25 años que están en disposición de incorporarse al mercado laboral, pero esa transición cada vez es más complicada en una provincia que depende mucho del sector servicios, muy golpeado por la actual crisis.

Precario y temporal

La temporalidad afecta sobre todo a los jóvenes, que encadenan contratos precarios

De hecho, 2.983 jóvenes, el 37,7% de la población activa, estaba apuntado en enero a la lista del Sepe y 943 no tenían empleo el mes anterior. En cambio, la tasa de paro entre los mayores de 25 años se situó en el 17,2%, es decir, veinte puntos por debajo, aunque se ceba con los mayores de 45.

Esa falta de oportunidades condena a la diáspora a la juventud leonesa, que tiene que emigrar en busca de un puesto de trabajo que garantice sueldos dignos y cierta estabilidad. Hoy hay mil jóvenes menos que hace doce meses, cuando León contaba con 8.900 personas de entre 16 y 25 años que podían trabajar. La sangría demográfica que afecta a la provincia lastra su crecimiento. Hay en total 34.648 parados, 4.980 más que en enero de 2019. Y el saldo que deja el covid es demoledor. Desde el mes de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, han desaparecido del mapa 12.000 empleos. La escasa capilaridad del mercado laboral en la provincia y el envejecimiento endémico de la población, con más de 144.000 pensionistas, sitúan a León a la cola de prácticamente todos los indicadores, que acreditan lo que ha venido demandando la sociedad leonesa desde hace tiempo: hace falta un plan de rescate que corrija los desequilibrios.

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