La debacle del sector servicios deja 449 empresas menos en León desde marzo

La recuperación económica que atisbó la provincia durante el verano es hoy una quimera para cientos de empresas y miles de trabajadores cuyo futuro pende de un hilo, sostenido en muchos casos por los Ertes, que caducan el 31 de enero, cuando se prevé que el paro se dispare.

Los efectos del confinamiento, los cierres perimetrales y las restricciones que todavía afectan a la hostelería, y por extensión al comercio, dejan ya un reguero de damnificados, sobre todo del sector servicios, el más golpeado por la crisis, como acreditan todos los indicadores.

En estos nueve meses de covid, León ha perdido 449 empresas, el 3,5% de las 12.592 que estaban inscritas en la Seguridad Social el 29 de febrero, justo antes de que estallara la pandemia.

El pasado 30 de noviembre, cuando el ministerio hizo la última actualización, esta cifra había descendido hasta las 12.143 como consecuencia de la caída del consumo.

Hostelería, bares, restaurantes y comercios absorben prácticamente todo el impacto de la actual emergencia sanitaria.

De hecho, el sector servicios tiene ahora 478 empresas menos. También perdieron peso, aunque de manera más suave, las que se dedican a la agricultura y ganadería, pasando de las 598 de finales de febrero a las 568 de ahora.

En cambio subió el número de sociedades en industria (de 1.302 a 1.317) y en la construcción (de 1.222 a 1.266), según se desprende del registro que publica mensualmente el Ministerio de Trabajo.

En cuanto a los efectos del coronavirus sobre el mercado laboral, hay, según el mismo informe, 1.510 trabajadores menos dados de alta por la desaparición de esas 449 empresas, aunque la cifra se dispara hasta los 2.030 empleados menos si solo se atiende al sector servicios.

En doce meses

Peor parada sale la provincia si la comparación se hace con noviembre del año pasado, cuando León contaba con 12.833 empresas en total, frente a las 12.143 de ahora, que daban trabajo a 108.991 personas. Hoy hay 106.232 ocupados, lo que supone un descenso del 2,5% respecto a la misma fecha de 2019.

Ningún territorio de la Comunidad sale ileso de la hibernación que ha sufrido la economía desde que apareció el covid.

En términos absolutos, Castilla y León ha perdido desde ese 29 de febrero 2.362 empresas, la mayoría relacionadas con la hostelería y el comercio, las dos actividades más dañadas por las medidas que aprobaron la autoridades sanitarias para contener al virus.

No hay una receta mágica, pero los perjudicados rechazan que se limite los aforos a un tercio de la capacidad, que no se pueda usar la barra y que se mantenga el toque de queda pasadas las diez de la noche, lo que afecta, sobre todo, al ocio nocturno y a los negocios relacionados con la restauración.

Tampoco han llegado las ayudas prometidas por las administraciones públicas, como se denunció en la última movilización impulsada por la hostelería.

Exigen al respecto un plan de choque que evite la debacle que pronostican desde las organizaciones empresariales. Un tercio —esgrimen— no sobrevivirá a la pandemia. Eso son más de 4.000 empresas y casi 30.000 trabajadores que podrían quedarse por el camino si nadie pone remedio.