El desarrollo del dirigible estratosférico creará más de 300 empleos indirectos

El dirigible estratosférico cuyo desarrollo posicionará a León en la carrera aeronáutica para el relevo de los actuales satélites de comunicaciones creará 150 puestos trabajo altamente cualificados, principalmente ligados a las ingenierías. Pero a mayores, según apuntan desde la empresa Altran, que trabajará estrechamente con la Universidad de León en la creación de este gran globo —que llegará a medir en su desarrollo final más de 80 metros de largo—, se crearán a mayores otros 300 indirectos, que se propiciarán estén ligados a las empresas de la zona.

A principios de esta semana, el Instituto para la Competitividad Empresarial, organización dependiente de la Junta que sufraga el proyecto con una inversión de 24 millones de euros para los próximos tres años, organizó un encuentro en el Parque Tecnológico de León con empresas de toda la comunidad a fin de que conocieran el proyecto y pudieran sumarse a él como proveedores. El director de I+D División Aeronáutica, Espacio y Defensa de Altran, Íñigo Ezquerra, especificó entonces que la construcción del dirigible estratosférico precisaría de empresas dedicadas a la electrónicas, a software y hardware embarcados, inteligencia artificial, componentes o ensayos, a fin de desarrollar este potente globo que estará impulsado por energía solar.

El proyecto cuenta con el asesoramiento científico de la Universidad de León, liderado por el profesor de Ingeniería Aeronáutica Jesús Gonzalo de Grado, un referente en el sector que ya ha colaborado con la Agencia Espacial Europea. De hecho, la institución académica construirá en el Campus de Vegazana una nave de ensayos, que dependerá directamente de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial, donde se pondrán a prueba los prototipos que se vayan creando del dirigible.

Primeros vuelos

La empresa Altran ya están en negociaciones con el Aeropuerto de León para realizar las primeras pruebas en la próxima primavera, con un modelo que tan sólo medirá 30 metros, frente a los 80 que tendrá el diseño final y que se presenta como una alternativa a los satélites espaciales además de como modelos menos contaminantes y sostenibles frente a estos. Entre otras cosas, dependerá de energía solar. En el aeródromo de Pajares de los Oteros ya se han hecho ensayos previos con un modelo de 10 metros.

El objetivo es ir haciendo ensayos y diseños hasta conseguir el más adecuado para lanzarlo a la estratosfera y que, desde allí, a 20 kilómetros de altura, aporte información o sirva como apoyo a las comunicaciones. La carrera por la conquista de la estratosfera está empezando y el desarrollo de este dirigible posicionará a León en los puestos de salida. Además, permitirá reforzar el polo aeronáutico, que ha sufrido un duro golpe con la huida de la escuela de pilotos comerciales Flybyschool y el anuncio del posible traslado del Grosa a una base del Ejército de Tierra en La Rioja.

El impulso que aportará el dirigible, con la creación de 450 puestos de trabajo puede ser un revulsivo para el sector, muy vinculado y adherido a la actividad de la escuela de ingenierías de la Universidad de León.