Diario de León

Seguridad vial

El deterioro de la red principal de carreteras se extiende por la Ronda Sur

Asfalto descarnado y firme inestable salpican el trazado de la vía de circunvalación de León

Uno de los tramos afectados por el desgaste del firme en la circunvalación de León, en los extremos de la Ronda Sur. RAMIRO

Uno de los tramos afectados por el desgaste del firme en la circunvalación de León, en los extremos de la Ronda Sur. RAMIRO

León

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La Ronda Sur de León renueva el idilio de la circunvalación de la ciudad con las obras de rehabilitación. La LE-30 vuelve a pedir a gritos una mano de asfalto, que alivie el deterioro del firme , un zurcido de grietas que, por tramos, ponen en riesgo la seguridad vial.

El mal agudo de las principales vías de circulación de la provincia pasa al grado de crónico n esta estructura, elemental para la fluidez de tráfico entre los accesos principales de la ciudad.

Los principales daños se concentran en la plataforma de entrada a la ciudad, con la circulación sentido este; donde el desgaste se muestra ya sin disimulo, en trechos incluidos en el punto kilométrico 6, y los anteriores, hasta el enlace al intercambiador con las vías de alta capacidad próximo a La Virgen del Camino, donde la circunvalación entronca con la A-66, la AP-66, y el peaje León-Astorga.

Firme despellejado
La LE-30 pide a gritos una intervención para extender su amplio historial con el bisturí

Aquella dolencia que tanto condicionó los primeros años de servicio de la primera fase de la Ronda Sur ha pasado a los tramos de la segunda fase. Asfalto descarnado, a imagen y semejanza del destemple que ha condicionado la circulación a lo largo de estructuras básicas, como en la León-Benavente, que permanecen imborrables en la retina y en la memoria de los usuarios.

Así, la Ronda Sur, desplegada en la segunda fase con un pavimento castigado que se aleja de los criterios mínimos que garantizan un desplazamiento seguro.

Hay una circunstancia común entre las dos fases que forma la plataforma de la circunvalación sur de la capital leonesa: los ciclos de deterioro en el vial, que plagan la hoja de servicios de ese enlace. El estruendo al paso de los vehículos, con la capa de rodadura hecha añicos, es parte del repertorio que afrontan a diario los usuarios de la vía, con un historial dilatado en intervenciones de cirugía y paliativos; la Ronda Sur, en su concepto global, absorbió un plan de rehabilitación total de los tres kilómetros construidos en la primera fase. Con poco más de un lustro de vida, fue preciso cambiar firme y ajustar la rasante al terraplén que sujeta el vial para salvar la ribera del Bernesga, en forma de voladizo entre una secuencia de voladizos. Hace cinco años, se reprodujo el escalón central que condicionaba la estabilidad de los vehículos. El Ministerio de Transportes cifra en 17 millones de euros el mantenimiento de carreteras en León; insuficientes para acabar con el firme despellejado de la LE-30.

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