Diez se aferra a convencer a Travesí debilitado por la crisis de su gobierno

Con la renuncia de Susana Travesí a todas las delegaciones como concejala de Promoción Económica encima de la mesa, después del escándalo del nombramiento a dedo de su compañero de despacho jurídico como gerente del Ildefe, José Antonio Diez jugó ayer a ganar tiempo. Con el equipo de gobierno debilitado por el abandono de funciones de la edil pero el mantenimiento del acta, el regidor del Ayuntamiento de León se encastilló en la defensa de que «una cosa es la situación que la concejala puede solicitar y otra la decisión que pueda tomar el alcalde». «Hablaré con mi compañera Susana y veremos las posibilidades y opciones que tenemos. Como alcalde soy quien tiene que realizar este trámite y, de momento, hasta que por lo menos pase un tiempo y mantengamos esas conversaciones, no lo haré», resolvió.

La postura deja en el aire la gestión de un área vital en la que se agrupan las competencias de Promoción Económica, Empleo, Comercio, Consumo, Turismo y Fiestas. Si ante su negativa a retirarle estas competencias Travesí se niega a ejercerlas, «de momento no hay nada previsto». «Son futuribles. No respondo sobre futuribles», se limitó a contestar Diez cuando se le preguntó si entonces le reclamaría el acta de concejala. Por ahora, insistió en que «en estas cosas las precipitaciones y las prisas nunca son buenos consejeros».

Con el mismo ánimo contemporizador con el que dejó que Travesí consumara el nombramiento a dedo de su compañero de despacho, a pesar de que conocía desde al menos el lunes de la semana anterior las reticencias de la posible irregularidad del proceso, Diez concedió que «siempre es bueno, independientemente de la posición personal que adopte cada uno, poder tener tiempo para reflexionar y meditar». «En función de esa meditación y esa reflexión, adoptaremos las decisiones oportunas. Seguro que serán y han de ser buenas, en primer lugar para los ciudadanos y luego también, evidentemente, para las personas y para el Ayuntamiento», describió, tras excusar que «ha sido un año muy largo, muy duro y muy complicado y hay situaciones que nos llevan al límite».

La misma indefinición mostró para aclarar la forma en la que se elegirá ahora al gerente del Ildefe. «No le he dedicado demasiado tiempo a pensar ni cuándo, ni cómo, ni de qué manera se hará. Las prioridades de los ciudadanos, sinceramente, están en otro sitio, no están en el Ildefe, aunque para algunos lo estén», recalcó, a pesar de que es el organismo en el que ha depositado la responsabilidad de uno de sus programas estrella: el plan de retorno del talento.

Las declaraciones las despachó el PP con el calificativo de «bochornosas para un alcalde y llenas de soberbia». «Nos está vacilando a todos: a León y a los leoneses, al Ayuntamiento, a los trabajadores, a la institución, dando una imagen lamentable y utilizando el consistorio como un patio de guardería donde se dan empujones y los niños se quitan el bocadillo», apuntaron los populares, quienes apostillaron que, mientras, la administración «está abandonada».