La Diputación habilitará en septiembre una partida para los accesos a Pinos

El presidente de la Diputación Provincial, Javier García-Prieto, comprometió ayer la colaboración del Palacio de los Guzmanes y de la Junta de Castilla y León para presentar oposición a las exigencias del Ayuntamiento de Mieres en la reciente polémica suscitada por las condiciones de explotación de los pastos del puerto de Pinos: «Los derechos históricos están ahí, y en su momento, en la reunión con el alcalde de San Emiliano y con los presidentes de las juntas vecinales, les manifesté que tendrían todo el apoyo jurídico y técnico de la Diputación para este tema ante las amenazas del Ayuntamiento de Mieres, que quiere regular terrenos que no le corresponden por competencias propias, y a través de nuestra colaboración, esperamos que todo se arregle». García-Prieto entiende que hay alguien en el consistorio asturiano «que no debe conocer bien el procedimiento, porque de otro modo, no se entiende su intromisión en estos temas. Tengo que decir que aparte de las competencias de la Junta de Castilla y León, también la Diputación hará un esfuerzo por defender los derechos históricos de los ganaderos de la zona, que saben que no les vamos a dejar solos». El plan de caminos rurales de la institución provincial también desarrollará una partida para habilitar los accesos al puerto. Se habilitará en la próxima sesión «prevista para el mes de septiembre» y como quiera que es «una obra de fácil ejecución» el presidente entiende que los plazos en los que se llevará a cabo el proyecto serán «especialmente breves, no va a haber ningún problema en ese sentido. Son los técnicos los que después nos tendrán que asesorar sobre la mejor forma de sacarlo adelante en el tema de los plazos, pero no creo que me equivoque mucho si digo que será muy breve». Una gran feria El presidente significó que la feria, en el apartado puramente equino, condensa «lo mejor de la ganadería caballar de la provincia de León, no ya sólo por los pastos de esta zona, que contribuyen a que los ejemplares sean de lo mejor, sino también por el trabajo que está realizando la cooperativa, en su pretensión de alcanzar en las mejores condiciones posibles la cadena de consumo, que es un aspecto que también hay que cuidar de forma notable. Creo que Babia y Luna en general, merecen una felicitación para los criadores de caballos, que tienen calidad y sello propio, una distinción que les hacen merecedores de lo mejor».