Los docentes de Evangélica y Católica defienden su papel social

En la provincia de León más del 60% de los alumnos está matriculado en Religión, de los que cerca de 2.000 cursan Religión Evangélica. A pesar de que ha habido peticiones para la clase de islámica, los cupos no han sido suficientes para que la Comisión Islámica de España asigne un profesor a la provincia. Así, los portavoces de los profesores de Católica y Evangelista, María Ángeles Fernández Gordón e Isidoro Herrero, defienden el papel que juega esta materia y ambos aluden al caso de Europa, donde en once países—principalmente en los países nórdicos— continúa siendo una asignatura obligatoria y en una treintena el centro está obligado a ofertarla, aunque es voluntaria para el alumno.

«Debemos ser capaces de integrar con normalidad el hecho religioso confesional, porque además contribuye al desarrollo de competencias al alumno», precisa Fernández Gordón, quien añade que la asignatura de Religión es «una respuesta a la demanda de los padres». Por su parte, Herrero destaca también el papel que juegan los profesores con alumnos en riesgo de exclusión social, «la religión evangélica es muy aprovechada y no dar una alternativa es llevar el asunto a una calle sin salida».

Entre sus argumentos, que quitar la Religión atenta contra los derechos que recoge la Constitución, «por lo que habría que determinar su legalidad», y critican que «una coalición pluriideológica —PSOE y Unidas Podemos— no sea respetuosa y se dedique a cercenar derechos».