Donde la justicia no conoce de banderas

La jueza leonesa Silvia Martínez Cantón, anterior decana de los jueces del Bierzo, se incorpora a la plantilla del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo.

«Como seconded judge se conoce al juez nacional que está trabajando en el TEDH en comisión de servicios. Mi trabajo aquí consiste en reforzar la División española del Tribunal Europeo de Derechos Humanos», explicó a este periódico.  

«Las divisiones del tribunal están formadas por personal experto en derecho de ese país y capaz de leer los procedimientos que son remitidos contra dicho país y que, generalmente, son en el idioma nacional. Más allá de eso, todo se desarrolla en cualquiera de los dos idiomas de trabajo de la Corte: francés o inglés. Realizo informes de carácter jurídico sobre los expedientes que nos son trasladados y la correspondiente propuesta de resolución. Con base en cada propuesta, el juez correspondiente o la formación judicial del tribunal (comités o salas) de que se trate en casa caso adoptará la decisión que estime oportuna, ya sea ratificando el informe realizado o proponiendo una solución nueva. Además, durante este primer mes de septiembre hemos recibido una formación intensiva de cara a afrontar nuestro trabajo».  

Había muchos alicientes en el reto: «Aquí analizamos casos desde la perspectiva de la reclamación por infracción/alegada vulneración de alguno de los Derechos del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Podemos estar analizando casos civiles, administrativos, penales o laborales, en función de la reclamación que se realice, pero el análisis es muy distinto al que realizaba como juez en el juzgado. Aquí el procedimiento se dirige contra un Estado firmante del convenio como garante de esos derechos y la perspectiva del análisis cambia por completo. Este cambio en la forma de analizar los asuntos me parece muy enriquecedor. El ambiente internacional de trabajo, con compañeros de más de cuarenta países de proveniencia, con esta atmósfera cooperativa, multicultural y multilingüe, es muy estimulante».  

Su trayectoria profesional se inició como ayudante de Universidad en Manheim (Alemania: «Aquí la vida empieza antes y se acaba antes y te desplazas en bicicleta o en transporte público, entre otras muchas cosas, siempre me gustó». Volvió después a España para trabajar en la Universidad Pablo Olavide, de Sevilla. Ingresó como magistrada en los juzgados de Ponferrada en 2011. En 2014 fue asesora del Ministerio de Justicia para trabajar en reforma legislativa y cooperación judicial internacional. Formó parte del comité de redacción del protocolo adicional al convenio sobre el trabajo forzoso y su redacción para la OIT. También ha trabajado en proyectos en Azerbaijan, Panamá, Turquía y Serbia. Cuando finalice la comisión de servicios, retomará su plaza en propiedad en León.