La edad media de los trabajadores es de 54 años y no hay cupo de reposición

El relevo de trabajadores y la reposición de puestos de trabajo vacantes por jubilaciones o bajas es un indicador que eleva el grado de sospecha de que el futuro de los talleres de Renfe en León no es halagüeño. La media de la plantilla actual, de los dos centros de trabajo, de motor y remolcado, es de 54 años de edad. Fuentes laborales advierten de que, de no ponerse de forma inmediata remedio a esta situación de merma de medios laborales y fuerza de trabajo, en un plazo máximo de tres años se cerrarán los talleres porque se va a hacer insostenible el servicio. La causa del abandono de la reposición puede venir inducida porque la rebaja de carga de labor se ha incrementado en los últimos años, hasta hacer imperceptible el efecto de la reducción de la plantilla. Las bajas en los puestos actuales no se cubren; así es fácil de entender que de los 250 trabajadores que registraban estos dos centros en la década de los años 80 del siglo pasado se haya reducido la plantilla a un centenar hace poco más de un año, y que en la actualidad esa cifra se acerque a duras penas a una cuarentena de empleados. Había perspectivas que ya no se cumplen. En León se ha producido una situación inversa a otros centros, en los que los talleres se revitalizaron con nuevos empleos, carga de trabajo de material puntero y vanguardista e instalaciones competitivas y adecuadas a la altura de los tiempos del transporte.