Educación vigilará el certificado de padrón para dar plazas en colegios

La Consejería de Educación y Cultura de la Junta considerará, a partir del próximo curso, el certificado de empadronamiento que se haya expedido «como máximo en el mes anterior» a la fecha de presentación de la solicitud de admisión de plaza en un centro escolar, para evitar que se «burle la normativa». La Consejería controlará en mayor medida los certificados de empadronamiento a la hora de solicitar plaza en un centro después de aceptar la resolución del Procurador del Común de Castilla y León, Manuel García Alvarez, que trata así «de evitar que los solicitantes de plaza en los centros escolares burlen la normativa vigente sobre los criterios de admisión», informaron fuentes del Procurador. La institución advierte de que algunos solicitantes «aportan la documentación falseada con relación a los domicilios familiares, con el propósito de contar con los puntos establecidos en los baremos, cuando estos domicilios no se encuentran en el área de influencia del colegio solicitado». Con un mes de antelación El Procurador del Común ya instó a la Consejería de Educación y Cultura, en otra resolución anterior, para que los órganos de admisión pudieran requerir a «los interesados la aportación de los documentos adicionales acreditativos del domicilio que garantizara la veracidad del dato familiar alegado, cuando así fuera necesario». Este criterio de admisión, el del domicilio familiar, es uno de los más quejas suscita y que provoca que en ocasiones, los domicilios reales no coincidan con el domicilio que figura expresado en la documentación aportada en la solicitud, informaron las mismas fuentes. La medida que se ha comprometido a adoptar la consejería de Educación del gobierno autonómico radica en que los certificados de empadronamiento que se requieren para solicitar la admisión en un colegio se hayan expedido en un plazo del mes anterior. La oficina del Procurador del Común transmitió a la consejería de Educación las quejas de numerosas familias que se consideraron perjudicadas a la hora de encontrar un colegio para sus hijos.