Diario de León

EL ESTADO DEL PATRIMONIO

El Grano de Martín-Granizo

El equipo de gobierno se queda sin tiempo para readjudicar el proyecto estrella . de su programa, que deja tan sólo el gasto de 10.000 euros del concurso de ideas

Las calvas han aumentado ante la falta de mantenimiento y la espera del proyecto

Las calvas han aumentado ante la falta de mantenimiento y la espera del proyecto

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ÁLVARO CABALLERO | LEÓN
León

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Ni aceras más anchas para favorecer la movilidad en los pasillos exteriores, ni arreglo de los desconchones que hay diseminados por el empedrado, ni solución para los pegotes que aparacen adosados a los cantos en las acometidas de servicios, ni nada. El proyecto de rehabilitación de la plaza del Grano tendrá que esperar ya a la próxima corporación, después de que el actual equipo de gobierno del PP haya decidido no volver a readjudicar los trabajos, a falta apenas de un mes para las elecciones municipales. Un abandono que acaba con casi cuatro años de procedimiento en el que la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Belén Martín-Granizo, ha sido incapaz de sacar adelante una intervención que estaba marcada como promesa estrella en el programa electoral.

El único resultado han sido los 10.000 euros que el Ayuntamiento de León tuvo que desembolsar por el concurso de ideas: 6.000 para el arquitecto ganador, Ramón Cañas Aparicio, y otros 4.000 para el resto de los participantes y los gastos de organización. Un presupuesto por encima del que se llegaron a comprometer otros 60.000 euros para la primera fase de los trabajos, adjudicados a las empresas Decolesa y Domingo Cueto, con los que en enero hubo que llegar a un acuerdo para solventar el contrato y la devolución de las cantidades adelantadas.

La renuncia definitiva se da después de que Martín-Granizo anunciara a principio de año que volvería a readjudicar la obra porque era necesario incluir las catas en el presupuesto, a pesar de que el resto de grupos le apuntaron que el Ayuntamiento de León cuenta con un arqueólogo propio y brigadas de obras capaces de hacer un trabajo de estas características. Unas labores que se habían obviado cuando en 2013 se adjudicó el proyecto, sin haber solicitado antes el preceptivo permiso a la Comisión Territorial de Patrimonio, a pesar de que estaba planificado desde dos años antes.

La situación se complicó aun más cuando el PP, ante la polémica con los colectivos sociales que exigían la conservación intacta, solicitó a la Junta que incoara un expediente para la declaración de la plaza como Bien de Interés Cultural (BIC), sin darse cuenta de que esto paralizaba la concesión del permiso de Patrimonio. La administración autonómica lo solucionó sin contestar en los seis meses de plazo preceptivos, lo que dio por sentado el rechazo a la petición y abrió la puerta al permiso. Pese a que fue en septiembre del pasado año, no se hizo ninguna gestión más.

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