El premio de saber latín

Si Lucía Morán Gaitero pudiera viajar en una máquina del tiempo a la Roma clásica lo haría sin pensárselo, porque así conocería esa época «más allá de lo que se sabe a través de los textos». A esta brillante joven estudiante de Bachillerato no le cuesta «ponerse a traducir o a leer textos en latín» y además, lo hace con facilidad, soltura e inteligencia, dotes que le han llevado a alzarse con el primer premio nacional del certamen Ciceronianum, consiguiendo con la traducción de sus textos 94 de los 100 puntos posibles y lejos del segundo clasificado que se quedó con 87. Ahora, el siguiente paso, es acudir a Arpino a principios de mayo donde competirá con medio millar de jóvenes de todo el mundo (la mayoría italianos) por alzarse con este reconocimiento internacional. Primero, recogerá en junio su premio, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, cuando también se entregarán los galardones a las mejores tesis y trabajos de investigación de tema clásico. «Es muy lista, muy disciplinada y sensible, por eso aprecia cosas hermosas donde los demás no ven nada; tiene una mente muy clara a la hora de traducir y redactar muy pegada al original», señala el profesor de Latín y Griego de Lucía, Manuel Seoane, tras recordar que la joven leonesa se presentará este viernes a una prueba similar, aunque en griego, que también organiza la Sociedad de Estudios Clásicos.

Su profesor valora el logro de Lucía como «hito» ya que se ha convertido en la primera leonesa en conseguir el premio nacional Ciceronianum y los dos apuntan que en el viaje de Italia en mayo será cuando preparen, entre vuelos, trenes y autobuses, la prueba internacional: «No hay más tiempo». Ella quiere estudiar Traducción en Salamanca y sabe que las lenguas clásicas —que no muertas— son una base fundamental. «El latín y el griego no son condicionantes para ser cultos, pero ayudan mucho porque puedes aplicar estos conocimientos a la vida actual», explica la joven de 17 años.