Los empresarios consideran que las medidas económicas del Gobierno son “cortoplacistas, electoraristas y populistas”

Los empresarios españoles consideran que el Gobierno debe “establecer medidas adecuadas” para la actual situación económica, frente a las actuales que son “cortoplacistas, electoralistas y populistas”, ya que “no generan soluciones ni competitividad”.

Esta es una de las conclusiones que se desprenden del ‘La Encuesta de los Círculos 2019’ que ha sido elaborada por las organizaciones empresariales españolas que configuran el grupo Economía y Sociedad, entre ellas el Círculo Empresarial Leonés, sobre el impacto socioeconómico de la ausencia de reformas estructurales desde 2013.

El presidente del Grupo de Trabajo responsable del proyecto, Miguel Iraburu, presentó hoy en León los resultados de esta encuesta, de la que se desprende que “la política económica del Gobierno no ayuda a la competitividad ni a la atracción de empresas”, así como que “la falta de estabilidad política afecta al descenso del déficit público y a la bajada tanto de la inversión extranjera como a la creación de empleo”.

Una situación que además se produce en un contexto internacional “en el que la Unión Europea crece al uno por ciento”, lo que afecta “gravemente” a las exportaciones de empresas españolas, que “destinan el 60 por ciento a la Unión Europea”.

Frente a esta situación, las principales propuestas a corto y medio plazo presentadas por los empresarios y recogidas en ‘La Encuesta de los Círculos 2019’ pasan por “la mejora de la eficiencia del gasto público en lugar de el aumento de los impuestos”, es decir, por “reformar todo aquello relacionado con las administraciones públicos y la forma de abordar la optimización de los recursos”.

Para ello, según explicó Iraburu, es necesario “buscar un sistema fiscal competitivo, facilitador del aumento de la competitividad, que permita más exportación, más beneficio, más empleo, más inversión y el aumento de las bases imponibles”, al mismo tiempo que se deben “incrementar los esfuerzos en innovación y tecnología”, y centrar los esfuerzos en la “creación de un Pacto global por la educación”.

Una situación nacional que, tal y como expuso Miguel Iraburu, es idéntica a la de Castilla y León, una Comunidad autónoma que “pierde población, crece por debajo de la media nacional, cuenta por un Producto Interior Bruto por habitante bajo y cuenta con una deuda alta” a pesar de contar con un sector industrial “que supone el 20 por ciento, frente al 14 por ciento nacional”, lo que genera “empleo más estable, salarios más altos y una capacidad financiera superior”.