Las empresas que "incorporan políticas de igualdad aumentan su rentabilidad y mejoran su reputación"

A pesar de que “el talento no tiene género” y de que las empresas que “incorporan políticas de igualdad en sus planes estratégicos aumentan su rentabilidad y mejoran su reputación”, tan solo el diez por ciento de los puestos directivos están ocupados por mujeres. “Queda todavía mucho camino por recorrer” para que la igualdad real sea un hecho en el ámbito laboral, como apuntaron esta mañana las empresarias y directivas que participaron en el Foro Empresarial por la Recuperación, organizado por Diario de León, la Federación Leonesa de Empresarios y Caja Rural.

Javier Cepedano, representante de la patronal, fue el encargado de abrir la sexta y última jornada de este encuentro, que estuvo moderado por la jefa de sección de Economía de Diario de León, María Jesús Muñiz.

“Es de justicia reconocer el papel que hacen las mujeres en el mundo empresarial”, subrayó al inicio del acto el presidente de la Fele, quien aseguró que la igualdad debe tenerse en cuenta como “un factor de competitividad” y demandó al respecto “ayudas públicas” para que exista “una corresponsabilidad” en cuanto a las tareas que se escapan al ámbito profesional.

Una reivindicación que también hicieron las cuatro ponentes que participaron en el Foro.  Rosa Díaz Moles, directora general del Incibe, explicó que en el sector tecnológico si hay “una presencia alta de mujeres”, aunque aclaró que ·ese porcentaje disminuye” a medida que la responsabilidad aumenta. Advierte ciertos estereotipos respecto a determinadas profesiones  y aboga por romper desde “edades muy tempranas” esas barreras a través de la educación. “Ahora vemos que las niñas y adolescentes van menos hacia ese tipo de carreras tecnológicas. También pasa con los niños. Hemos mejorado en igualdad, se están dando pasos, pero son pequeños. Hay que atraer a nuestros jóvenes para trabajen en un sector muy gratificante”, trasladó. Para conseguir reducir esa brecha, considera la responsable de Incibe, “hay que poner en marcha muchas políticas públicas para hacer los cambios necesarios y para que las niñas vean que estas profesiones tecnológicas son interesantes y dan trabajo de gran calidad y con unos salarios muy altos”, destacó Rosa Díaz, quien incidió en que se deben cambiar aspectos culturales que todavía siguen enquistados, a pesar de los grandes avances, para conseguir esa igualdad plena.

Uno de los factores que influye, y en el que coincidieron las cuatro ponentes, es el de la “corresponsabilidad”. Lo destacó la presidenta de la Asociación de Mujeres y Directivas de León (Asele), Luisa Amoedo, quien lamentó que “una de cada cuatro mujeres directivas deja su puesto de trabajo para atender a la familia” y eso, “claramente”, te “saca del mercado”, señaló. “El 87 por ciento de las mujeres son las que ejercen la conciliación que el Estado permite. Cuando quieres volver ya vas con mucha desventaja”, alertó Luisa Amoedo, que reivindicó “aprovechar todo ese talento” para avanzar como sociedad. Desde Asele, apuntó, colaboran con instituciones educativas para dar charlas que ayuden a derribar esos muros que todavía existen en la sociedad y que lastran el desarrollo profesional de las mujeres.  “Es importante empezar antes de los cinco o seis años, edades en las que las niñas ya se ven más incapaces que los niños para según qué cosas”, reveló.  “La profesión no se elige por el género. Es importante inculcarle a los niños que lo que estudias es un punto de inicio, nada más. La tecnología evoluciona y tú tienes que cambiar. Que no haya miedo a moverse para adaptarte a lo que tienes enfrente. Eso es importante. Simplemente hay que valorar el talento, independientemente de si es chico o chica porque si no perdemos todos”, añadió.

Mientras, Noelia Rodríguez de Celis, vicepresidenta de Asele, reconoció que se “ha avanzado mucho en igualdad, pero queda mucho camino por recorrer. La mujer es la primera en sacrificar su puesto. El 87 por ciento de las excedencias que se han pedido para el cuidado de familiares han sido mujeres y los contratos parciales que tienen las mujeres ascienden al 74 por ciento. Esa desigualdad es más que patente en el ámbito laboral. La mujer es la primera en sacrificar su carrera y eso afecta a cualquier sector. En puestos directivos, la mujer se ve obligada a abandonar por no ser compatible con sus cargas personales. Hay que Incidir en una transformación de género, con políticas inclusivas. Las empresas que incorporan políticas de igualdad en sus planes estratégicos aumentan su rentabilidad y su reputación”, subrayó.

 

Por su parte, Iris Fernández Barros, que también pertenece a la junta directiva de Asele, reclamó igualmente ese reparto de obligaciones familiares para que la conciliación no penalice solo a las mujeres y reivindicó el valor de trabajos relacionados con la “agricultura o la ganadería”, sectores cada vez “más profesionalizados” a los que no se les cuida lo suficiente. Además, pidió a las mujeres que se lo crean y que realmente hagan lo que les apetezca porque “pueden con todo”. También reclamó servicios para las zonas rurales para que se pueda fijar población en los pueblos a través del emprendimiento y la familia.

Sobre esto, Rosa Díaz, directora general de Incibe, pidió a los medios de comunicación que “visibilicen y den a conocer que hay muchas mujeres detrás” de empresas y puestos importantes. “Somos personas normales que desempeñamos nuestra carrera con pasión. Hay que trabajar en algo que realmente nos guste. Tenemos que ser dueños de nuestra vida. Hacer lo que queráis sin dejar de lado la tecnología”, trasladó la directiva.

Otro de los mensajes que transmitieron es que la familia y el trabajo “no son incompatibles” y que es “responsabilidad de toda la sociedad” cambiar esos micromachismos para no desperdiciar un talento que es muy necesario. “La mujer tiene que ser la palanca de la recuperación económica”, esgrimió Javier Cepedano.